Gasteiz - Jóvenes de diferentes asociaciones, sindicatos y movimientos sociales critican que el programa Lehen Aukera/Primera Oportunidad del Gobierno Vasco promueve becas con condiciones precarias para los jóvenes en lugar de fomentar oportunidades de empleo digno.

Bajo el lema Lehen Aukera: ni primera, ni oportunidad, el Consejo de la Juventud de Euskadi (EGK) ha publicado un manifiesto en el que hace un análisis crítico con el programa que ha puesto en marcha el ejecutivo vasco para ofrecer a miles de jóvenes una primera experiencia laboral, consistente en una beca de tres meses con una retribución mensual de 500 euros a jornada completa. Tal y como explicó ayer Xabier Lasa, vicepresidente del Consejo, en rueda de prensa "bajo la promesa de un primer empleo, en realidad están promoviendo becas sin contrato, distintas a las prácticas laborales, para trabajar por menos del salario mínimo Interprofesional y gratis para las empresas a costa del presupuesto del Departamento de Educación".

Son varios los aspectos del programa que, según estos foros juveniles, empeoran la situación de precariedad de la gente joven. En concreto, censuran que quienes acceden no cuenten con un contrato laboral, lo que deteriora sus derechos como trabajadores a varios niveles: "No generamos paro, no tenemos vacaciones pagadas, no contamos con derecho a representación sindical, nuestra labor no cuenta como trabajo en el informe de vida laboral, no computamos antigüedad y no estamos protegidos por el derecho laboral", explican. Al no tratarse de un contrato de trabajo, una vez terminados los tres meses de beca, si la empresa decide contar con ese joven empleado puede volver a aplicar cualquier figura especial y más barata que un contrato laboral normal, como unas prácticas o el nuevo contrato para emprendedores. "De manera que no hay nada que garantice que este programa vaya a generar puestos de trabajo".

A estos argumentos añaden que la retribución económica de estas becas (500 euros mensuales durante tres meses por una jornada completa), está por debajo del salario mínimo interprofesional y del umbral de la pobreza (646 euros al mes). Además, las empresas que consiguen becarios sin ningún coste no tienen obligación de contratar o devolver a la sociedad el beneficio que han obtenido con dinero público, denuncian. - DNA