vitoria -Los trabajadores de la UTE Emerbask, concesionaria del servicio de ambulancias de urgencia en Álava, volvieron a evidenciar ayer la difícil situación que les está tocando vivir. Tras la primera huelga del pasado viernes, decenas de empleados del transporte sanitario salieron nuevamente a las calles de Gasteiz para reivindicar un acuerdo laboral estable y justo. Parte de la plantilla y sus representantes sindicales se concentraron a primera hora de la mañana frente a la sede comarcal del Departamento vasco de Salud tras una pancarta en la que se podía leer Ambulancias, heridas de muerte. Al mismo tiempo, la plantilla recogió firmas para apoyar su causa junto al Hospital Santiago y el centro de salud de Olaguíbel, y ya por la tarde su protesta se trasladó a la céntrica plaza de la Virgen Blanca.

El transporte sanitario de urgencia está en armas en respuesta a la precarización de sus condiciones laborales. Tanto el paro del viernes como el de ayer han servido a los trabajadores para dar buenas muestras de su fuerza y unidad, ya que ambos han dejado un seguimiento amplio. No obstante, las protestas apenas han tenido incidencia sobre los pacientes, debido a los amplios servicios mínimos establecidos la semana pasada por la Administración vasca. Cabe recordar que, si el conflicto no se desbloquea antes, la próxima huelga de 24 horas tendrá lugar este próximo viernes, un paro que se reproducirá los días 28 y 3 y 7 de marzo. La huelga se convertiría en indefinida a partir del 10 del próximo mes.

Las reuniones llevadas a cabo entre los trabajadores y la empresa, incluso con el propio Gobierno Vasco, no han conseguido desbloquear un conflicto que tiene su origen en la aplicación de la reforma laboral pergeñada por el Gobierno de Mariano Rajoy (PP) y las rebajas salariales que, en consecuencia, ha sufrido una parte importante de los trabajadores de este sector, que en algunos casos han llegado hasta el 12%.

La inexistencia de un acuerdo colectivo provincial en el sector del transporte sanitario -tampoco lo hay de carácter autonómico- ha sido el detonante del conflicto. Una vez caducada la ultraactividad de los convenios por la reforma laboral, las condiciones laborales han podido modificarse a la baja sin necesidad de acuerdo. La reivindicación de un convenio provincial para las ambulancias, lógicamente, viene de atrás, y es la principal exigencia de fondo de los trabajadores.