pamplona -Álvaro sentía una gran pasión por el fútbol y por el arbitraje. Además de jugar en un equipo junto a sus amigos en su años de estudiante en Marianistas, cuando se marchó a estudiar Ingeniería de Tecnologías Industriales a Pamplona se llevó consigo tanto su amor por el balompié como una afición que había convertido en una profesión con la que sacarse unos euros. A sus 20 años, este gasteiztarra arbitraba actualmente los partidos de fútbol de la categoría de Primera Regional en Navarra desde que comenzó la temporada el pasado mes de septiembre.
Antes, en la capital alavesa, trabajó en la delegación del Comité de árbitros, pero cuando partió a la Universidad Pública de Navarra decidió pedir el traslado al Comité de árbitros navarro y seguir llevando a cabo su trabajo a varios kilómetros de su Vitoria natal. El joven fallecido ayer en el parking del castillo de Gorráiz llevaba nueve partidos arbitrados esta campaña, según subrayaban ayer desde el Colegio de árbitros navarro, que mostró sus condolencias a la familia por el repentino fallecimiento de uno de sus miembros.
Para poder acudir a la fiesta de graduación de las facultades de Enfermería, Magisterio e Historia sin preocuparse por tener que trabajar al día siguiente, Álvaro había pedido tener el domingo libre. Sin embargo, el mismo sábado por la tarde, a las 16.00 horas, acudió a arbitrar el que sería su último partido, en el que se enfrentaban dos equipos juveniles de la capital navarra, el San Ignacio y Pamplona.
un gran alumno Tras finalizar sus estudios de bachiller en el colegio de Marianistas, donde se decantó por la rama de Ciencias, Álvaro Mambrilla, decidió iniciar la carrera universitaria de Ingeniería de Tecnologías Industriales. En lo que tanto sus actuales compañeros de facultada como antiguos profesores en el colegio vitoriano coincidieron ayer fue en que el chico era "un muy buen estudiante". "Fui su tutor y era un gran estudiante. Le recuerdo con su pelo revuelto y sin querer destacar mucho en la clase. Siento muchísimo lo que ha ocurrido", lamentaba a este periódico uno de sus maestros en Marianistas, Agustín Abascal. Tras ser sometido ayer a una autopsia en el Instituto Navarro de Medicina Legal, el cuerpo de Álvaro será trasladado a la capital alavesa, donde en los próximos días se celebrará el entierro y funeral de un joven que tenía todavía todo su futuro por delante. - N.P/D.O.