Gasteiz - La falta de avances significativos en la negociación hace cada vez más probable que este próximo viernes 21 el transporte sanitario urgente alavés se vaya a la huelga. Será el primer paro de 24 horas en respuesta a la "precarización" de las condiciones laborales de los trabajadores del sector, tanto conductores, como técnicos, enfermeros y coordinadores, siempre que el conflicto no se desbloquee en estos tres próximos días.
Las partes implicadas volverán a sentarse esta mañana alrededor de una mesa en el marco de un nuevo Preco, el sistema vigente para resolver conflictos laborales que gestiona el Consejo de Relaciones Laborales del Gobierno Vasco. Una de las últimas oportunidades para que la normalidad regrese al sector, aunque las posturas siguen alejadas. Además, varios representantes del propio Ejecutivo autonómico recibirán después, pasado el mediodía, a los representantes de los trabajadores en la sede de Lakua, una cita que ha sido buscada con ahínco por la parte social, que pretende que el Gabinete Urkullu se implique de una forma más decidida en la búsqueda de una solución. Cabe recordar que este servicio lo desarrollan distintas empresas concesionarias en la CAV, la UTE Emerbask en el caso alavés. El último concurso público tuvo lugar este pasado verano.
Esta cita, en la que está prevista la presencia del director general de Trabajo del Gobierno Vasco, del delegado territorial del Ejecutivo autonómico y de algún representante técnico del Departamento vasco de Salud, se celebra en un escenario de enquistamiento que apunta a un conflicto largo. La semana pasada, de hecho, las partes acordaron los servicios mínimos que regirán durante las jornadas de huelga. Al primer paro del viernes seguirán otros cuatro en las mismas condiciones -siempre que no se desbloquee antes la situación- los días 24, 28 y 3 y 7 de marzo. A partir del lunes 10, la huelga ya se convertiría en indefinida.
Ante la inminencia de los paros, Salud se ha pronunciado por primera vez públicamente en torno a este conflicto para instar a las partes implicadas a alcanzar "a la mayor brevedad" un acuerdo que ponga fin a las hostilidades, además de emplazar a a las empresas adjudicatarias "a que negocien con la representación de sus trabajadores para dar con una solución que garantice la continuidad de un servicio de calidad y se respeten los derechos de los trabajadores".
Salud recuerda que las empresas "están obligadas a cumplir las condiciones recogidas en el concurso público del que resultaron ganadoras, incluidas las referidas al status laboral de las personas trabajadoras". El área que dirige Jon Darpón, además, advierte de que "estrechará el seguimiento" que viene realizando para velar por el cumplimiento de las obligaciones contractuales de las empresas y "del derecho ciudadano a recibir un buen servicio", un explícito mensaje que suena a tirón de orejas a las adjudicatarias.
Los trabajadores del sector han sufrido un importante recorte salarial -en algunos casos llega al 12%- desde el pasado julio, una vez caducada la ultraactividad de los convenios debido a la reforma laboral del Gobierno español. La inexistencia de un pacto de estas características en Álava -tampoco lo hay de carácter autonómico- ha desencadenado el conflicto, que ayer vivió un nuevo capítulo frente al Hospital Txagorritxu como paso previo a la huelga del viernes.
más acciones Allí, los trabajadores iniciaron una recogida de firmas y llevaron también a cabo una concentración de media hora para denunciar la actitud de sus responsables y también del Gobierno Vasco, al que consideran "responsable" de esta situación. Además, la base de ambulancias ubicada en Gamarra amaneció con varias pintadas llamando a la huelga.
Si la primera huelga del viernes sigue adelante, los trabajadores realizarán también una concentración frente al Parlamento Vasco a las 11.00 horas y, ya por la tarde, una nueva caravana de coches por las calles de Gasteiz, a partir de las 16.30 horas. En los siguientes días de paros están previstas otras acciones similares.