ayala - El Gobierno Vasco ha puesto de plazo hasta el próximo 15 de julio para que las empresas ayalesas Remai y Tramame, dedicadas ambas a la limpieza de residuos y reciclaje de metales para firmas como Tubos Reunidos, Tubacex o Aceros Olarra, acaten la normativa ambiental. Ese día, las dos firmas, ubicadas desde hace más de dos décadas en el polígono de Murga, están convocadas a una reunión para comprobar si sus instalaciones están adaptadas y cumplen con las medidas correctoras que se les impuso cuando se les otorgó licencia de apertura. En caso contrario se les denegarán las autorizaciones para ejercer actividades potencialmente contaminantes de la atmósfera y se les abrirá el consiguiente expediente sancionador.
Desde el Ayuntamiento de Ayala mostraron ayer su satisfacción por esta medida. No en vano, "la liebre saltó cuando nos llegó una autorización para reciclaje de residuos no peligrosos a estas empresas, por parte del Gobierno Vasco, y les preguntamos por qué se la daban cuando aún había pendientes de resolver medidas correctoras", explica el alcalde, Josu Artetxe.
Los propios vecinos del barrio Markijana se han quejado en muchas ocasiones de las molestias que estas empresas originan en materia de reciclaje de aguas o emisiones al aire y ruidos, por lo que el Ayuntamiento inició gestiones para que la Agencia Vasca del Agua (URA) y el Departamento de Medio Ambiente de Lakua vigilaran el cumplimento de la normativa en ambas empresas.
querella en 2010 De hecho, ya existe una querella previa contra la empresa Remai por presunto delito contra el medio ambiente y la salud pública, presentada por la Junta Administrativa de Murga el 5 de noviembre de 2010 ante el Juzgado de Instrucción de Amurrio. En ella se detalla que su actividad consiste en recibir piezas metálicas de gran tamaño procedentes de la industria siderúrgica, almacenarlas en su propiedad al aire libre y fragmentarlas en dos fosos, barrenándolas con lanzas térmicas y explosionándolas con cartuchos de entre 150 y 175 kilogramos por voladura.
Una vez fragmentadas, las piezas son separadas por tamaños, acopiadas al aire libre y transportadas a otras empresas en camiones. La utilización de lanzas térmicas y la potencia de las explosiones "provocan importantes emisiones de gases y polvos que se dispersan libremente y se depositan en los alrededores, dentro y fuera de las instalaciones de la empresa, incluidas las viviendas y campos de cultivo adyacentes", según consta en la querella presentada hace poco más de tres años. - A.O.