Amurrio. El Ayuntamiento de amurrio, al igual que le ha ocurrido en los dos últimos años, no ha podido atender todas las demandas de parcelas hortícolas que pone a disposición de la población, en régimen de arrendamiento, desde la década de los 60 del siglo pasado. De hecho, el Consistorio se ha visto obligado a dejar sin huerta a 23 vecinos interesados, ya que ha recibido 32 nuevas solicitudes, de las que sólo nueve han recibido una respuesta afirmativa. Cinco correspondientes a nuevos usuarios, dos de familiares de beneficiarios fallecidos, que tienen prioridad a la hora de seguir haciendo uso de estos terrenos, así como otras dos de usuarios cuyas huertas habían quedado afectadas por una ocupación municipal.
Y es que, aunque esta villa ayalesa dispone de casi 200 parcelas -repartidas a razón de 63 en la zona del cementerio de Larrabe, 53 en Basatxi, 65 en San Roque y el resto fuera de zona dispersas en distintos lugares- tras el inventario de altas y bajas efectuado en diciembre, y la consiguiente inspección anual que, sobre el uso correcto de las mismas para evitar su degeneración, realiza el personal municipal, sólo quedaron nueve huertas disponibles. Para llevar a cabo la adjudicación de las libres, se tiene en cuenta el orden cronológico de las distintas solicitudes, a lo que se añade la obligatoriedad de pedir la continuidad o no del uso de cada parcela, todos los años en el mes de septiembre, de cara a actualizar el inventario, tal y como se recoge en la ordenanza municipal reguladora de la concesión y uso de estas parcelas agrícolas. De esta forma, se ha procedido a dar de baja a diez usuarios, bien por fallecimiento, ocupación municipal de la parcela, por no realizar la solicitud de renovación tras ser avisado o por solicitar ellos mismos el cese. Otro motivo que puede causar baja, aunque en 2013 no se ha dado, es una doble inspección desfavorable por no mantener correctamente la parcela. No obstante, sí hay diez usuarios con un informe negativo de inspección, a los que ya se les ha comunicado desde el Consistorio que de repetirse la situación en 2014 se les quitará la oportunidad de seguir haciendo uso de la misma el año próximo.
Las primeras huertas municipales se remontan a los años 60, cuando los primeros inmigrantes solicitaban algún terreno para ayudar en la economía familiar. Sin embargo, fue con las distintas crisis que sufrió, principalmente, el sector del metal, cuando se aumentaron las zonas y superficies destinadas a este uso. En 1996 se hizo el primer inventario de huertas y en 2006 se aprobó la norma que regula su uso, en el mismo año que se procedió a reordenar las del entorno del cementerio, mediante la supresión del chabolismo y la habilitación de casetas, depósitos de agua para riego y cierres, entre otras mejoras, como el fomento del uso de criterios ecológicos en el cultivo con el objetivo de mejorar el ecosistema.
Precio simbólico En la actualidad cualquier vecino de Amurrio que cumpla los requisitos señalados en la normativa puede acceder a una huerta municipal, por la que hay que pagar una tasa que resulta simbólica, puesto que es de 4,38 euros al año. A cambio, la persona usuaria obtiene el permiso para explotar un terreno en el que pasar sus ratos de ocio o contribuir a la economía familiar, ya que la labor que se realiza en estas parcelas permite llevar a casa verduras y hortalizas de temporada, tales como lechugas, tomates, pimientos, alubias, cebollas, ajos o patatas. Y es que algunas personas se convierten en hortelanas por puro placer, pero otras lo hacen por necesidad.