Vitoria. Hace tiempo que la sede de los servicios sociales de base destinada a los vecinos de Ariznabarra y Zabalgana se quedó pequeña. La falta de espacio requería solución y, al fin, el equipo de gobierno ha decidido encontrarla. El inconveniente es que lo ha hecho creando un nuevo problema, ya que ha resuelto trasladarlos hasta las oficinas centrales de la calle Pablo Neruda, en Txagorritxu, a al menos un kilómetro y medio de sus usuarios. La medida, que fue desvelada por el PNV, ha desatado las críticas de la asociación de vecinos Ariznabarra-Prado. El colectivo, muy molesto porque la iniciativa se haya tomado de forma unilateral y sin su conocimiento, advirtió ayer de que cualquier intento de justificar la desaparición del recurso en el barrio no contará con su aprobación ni la de los residentes.
No es la primera vez que un barrio se entera de una decisión delicada a través de los medios de comunicación. La presidenta de la asociación, Ana Osaba, se desayunó con la noticia el jueves e inmediatamente trató de ponerse en contacto con la edil de Asuntos Sociales, Ainhoa Domaica, para pedir explicaciones. La concejal le confirmó que se va a proceder a la reubicación de los servicios sociales de base, enclavados ahora en un pequeño espacio del centro cívico, fuera del barrio, en Pablo Neruda. Una decisión "desacertada", a juicio del colectivo. "Reconocemos que la ubicación actual no reúne las mejores condiciones y habría que buscar otros espacios, pero dentro de Ariznabarra. Nuestro barrio necesita de la cercanía de los servicios sociales de base, tanto por las demandas y necesidades como por el tipo de personas, ancianas en su mayoría", defendió la portavoz vecinal.
En una carta remitida a todos los grupos del Ayuntamiento, la asociación ha solicitado a las formaciones que "se hagan eco" de sus sentimientos y los de los vecinos, "apoyando la necesidad de mantener en nuestra zona estos servicios sociales". El colectivo cree que "existen alternativas, tales como lonjas dentro del casco urbano de Ariznabarra o las salas infrautilizadas en el edificio Napoleón o casa Etxezarra". Por eso, confía en que el gabinete Maroto dé marcha atrás. De lo contrario, los representantes del barrio temen que la marcha del recurso conlleve el desmantelamiento de otros servicios. De hecho, el PNV ya advirtió en su denuncia de que el traslado provoca que, a su vez, "el centro de día infantil y juvenil allí ubicado vaya a ser cerrado y sus usuarios tengan que ser llevados a otro lugar".
Según los últimos datos disponibles, el centro social de Ariznabarra es uno de los más activos de la red. Junto con el de Judimendi, se situó en el top de intervenciones en 2012, con la atención a 1.403 familias. Esta gran demanda evidencia, a juicio de los jeltzales, la necesidad de mantener el recurso cerca de sus usuarios. El PNV propone "adecuar una lonja en Ariznabarra o Zabalgana, hasta que se construya el centro cívico de Zabalgana y pueda ubicarse allí".