vitoria. Senén González se instaló en Gasteiz en 1997 para hacer la mili y decidió convertirla después en su hogar permanente. "Me acogió como a un hijo adoptivo", confiesa ahora. Vecino del Casco Viejo, anhela poder instalarse dentro de unos años en Ibiza, otro lugar que le apasiona.

¿Alavés o guipuzcoano?

Soy vitoriano. Diría que tengo corazón vitoriano y alma guipuzcoana, pero vivo aquí y tendré que barrer para casa, hacia donde vivo desde hace mucho tiempo.

¿En qué zona se ha instalado?

Cerquita del restaurante, por el Casco Viejo.

Un barrio con mucho atractivo.

Sí, está muy bien. El trabajo que hizo Gonzalo Arroita en el Casco aún lo estamos disfrutando, fue una grandísima labor. De lo mejor que se ha hecho en Vitoria ha sido la rehabilitación del Casco Viejo y los trabajos en la Catedral.

También le encanta Ibiza, ¿sigue pensando en establecerse en la isla dentro de unos años?

Me gustaría, pero cada vez lo veo más lejos. Esta vez ni siquiera he ido de vacaciones, porque me he pasado todo el verano trabajando y lo que tengo aquí me consume el 100% de mi tiempo. Me gustaría ir, pero como todo... Tiene que haber un proyecto allí.

Así que más que para jubilarse, sería para seguir trabajado.

Sí. Espero no jubilarme nunca porque no concibo el tiempo lúdico total. Estoy enamorado de mi trabajo y por eso me tiro 18 horas al día trabajando. No podría estar sin hacerlo.

¿Es cierta esa faceta suya de dj?

No (risas). Hace años salió un poco ese bulo porque me gusta la música electrónica, en su día dedicaba tiempo e hice una pequeña inversión en discos, pero para ser un dj bueno hay que dedicarle tiempo y yo no lo tenía.

¿Y qué suena ahora en su equipo de música?

Ahora mismo no escucho nada porque estoy pensando continuamente. Pero cuando estoy un poco ocioso, me gusta el techno. Me gusta la música electrónica rápida porque mi cabeza es rápida. Aunque estoy bastante despistado del tema.

¿Siente predilección por algún artista?

Por John Digweed, por ejemplo. Es uno de los que más me gustan.

Acaba de dar el salto a la pequeña pantalla, a 'Duelo en la cocina'.

El programa ha estado muy bien, a mucha gente le ha encantado, pero parece que la audiencia no ha sido muy benevolente. Lo hicimos bien y quedó un programa muy chulo.

¿Dónde se encuentra más cómodo, entre fogones o detrás de las cámaras?

El papel era divertido. Otra cosa es otros papeles... pero como todo en la vida, es cuestión de ponerse y tener la cabeza despejada. Tengo tantos frentes abiertos que fue difícil, así que desde que empezaba a grabar el programa hasta que acababa, tenía el teléfono apagado.