Vitoria. Cierto es que los vecinos de la plaza Euskaltzaindia han asumido que la estación es inevitable, pero su lucha no ha acabado. La plataforma que defiende los intereses de los residentes celebró el pasado 15 de octubre una asamblea en la que manifestaron sus exigencias para que la nueva infraestructura no perjudique a su calidad de vida. Los vecinos quieren que se implante la supermanzana de Lakua, llamada a derivar el tráfico a las calles más perimetrales del barrio y a liberar espacio para los peatones en el interior. De esa forma, se amortiguará el impacto de una estación que incrementará la contaminación acústica, la polución y el riesgo de atropellos, además de reducir espacio de aparcamiento para los vecinos. Entre otras cosas, la plataforma pide que se elimine el peligroso paso de cebra de América Latina y que el nuevo se adentre en el bulevar de Euskal Herria, y reclaman además que se prohiba el paso de vehículos pesados por la calle Donostia, habitualmente llena de niños por la presencia de varios centros escolares en la zona.
Creen, por otro lado, que sus pisos perderán valor, y por ello reclaman que se revise su IBI, además de que se les abone la instalación de dobles ventanas y que las cámaras de seguridad de la estación visualicen también el exterior. Por último, la plataforma reclama que se incorpore el local previsto para los vecinos en el segundo piso de la estación.