t RES de los 1.223 belenes de todos los rincones del planeta, propiedad de la pintora y directora del taller-museo Santxotena de Artziniega, Teresa Lafragua, han sido incorporados al libro temático Navidad sin fronteras, que acaba de editar Correos, con el objetivo de dar a conocer las diversas formas de celebrar la Navidad a través de los sellos de diferentes países.
Se trata de un trabajo filatélico de temática navideña, que incluye doce sellos conmemorativos de diez países distintos, así como 52 páginas en las que, mediante grandes ilustraciones y un texto cuidado y riguroso, se dan a conocer las tradiciones, personajes populares y mitológicos y los paisajes de la Navidad y el Año Nuevo en Liechtenstein, Austria, Italia, Polonia, Luxemburgo, Alemania, Eslovenia, Islandia, Islas Aland y España. Países, todos ellos, que comparten el espíritu de estas fiestas y muchas de las celebraciones religiosas y sociales, pero que también cuentan con ritos propios.
Así, en los motivos de los sellos figuran La Virgen y el Niño, los Reyes Magos, belenes, Papá Noel y el árbol de Navidad, además de mercadillos, adornos y flores navideñas, o las uvas de bienvenida al Año Nuevo. En concreto, los misterios de Teresa no protagonizan ninguno de estos sellos, pero sí ilustran el citado libro, del que solo se ha realizado una tirada de 2.000 ejemplares a nivel nacional. "Para mí sería un sueño que Correos realizara una colección de sellos con mis belenes, pero que me hayan seleccionado estos tres para ilustrar este trabajo es ya todo un triunfo que jamás se me hubiera pasado por la cabeza", confiesa Lafragua. De los nacimientos de la pintora alavesa que han logrado colarse en este libro, dos son piezas de la afamada casa de porcelanas valenciana Lladró, y otro lleva la firma del Premio Nacional de Artesanía, Alfonso Otero Regal de Viveiro (Lugo), a quien Teresa le encargó en 2011 la realización de una de sus joyas de la sección de regiones de España. Un montaje integrado por un San José y una Virgen vestidos de "galleguiños", una vaca roja, un caballo, un afilador, un faro y unas mariscadoras en barca "contentas por regresar a tierra sanas y salvas", así como un gaitero, un pescador y un peregrino de Santiago haciendo las veces de Melchor, Gaspar y Baltasar, todo ello con un óleo de fondo que muestra la playa de Las Catedrales de Ribadeo, pintado por ella misma.
También los tiene euskaldunes, valencianos, segovianos, andaluces, mallorquines, canarios o asturianos, y a ellos se le han unido este año un aragonés, otro riojano y un montaje que "nos ha regalado la familia Centeno Cortés en el que el portal está metido en un palomar redondo típico del campo de Valladolid", enumera Lafragua. Con todo, las joyitas han llegado de Cardona en Barcelona y de Salamanca. En el caso catalán se trata de belenes realizados con sal por el exminero, José Ruiz; mientras que el salmantino es obra de Vicenta Hernández de Cespedosa de Torme. Una licenciada en Bellas Artes perteneciente a una familia de alfareros desde muchas generaciones atrás, con la que "nos pusimos en contacto, por recomendación, para que nos elaborara un belén que reflejara todo lo salmantino", explica Lafragua. El resultado fueron piezas exclusivas en barro, aunque ellos trabajan con esmaltes en colores, en la que la Virgen va vestida de Charra, San José de dulzainero con traje de la Alberca, el niño reposa entre corderos y los reyes son un alfarero, un jamonero de Hijuelo y un candelario con chorizos.
Quien quiera ver esta heterogénea colección de belenes del mundo, con montajes de Europa, América, África, Asia y Oceanía incluidos, aún tiene tiempo. De hecho, su decimoquinta edición permanecerá abierta hasta el próximo 31 de este mes, de jueves a domingo de 11.00 a 13.30 horas y de 16.00 a 19.00 horas.