Gasteiz. Decía el estribillo de una desesperante canción del verano que lo que un chico sentía por una joven no era amor, era obsesión. Aunque resulta complicado imaginar al diputado general bailando al son de aquella bachata, la estrofa bien podría servir para definir la actitud de Javier de Andrés en todo lo que tiene que ver con los concejos y las entidades locales alavesas. Mientras en público se dedica constantemente a asegurar que él y su partido son los primeros defensores de las pequeñas administraciones, sus decisiones en los despachos dicen todo lo contrario. Las que ha tomado y las que tomará, pues De Andrés ya ha puesto sobre la mesa de la Diputación la que según él mismo ha asegurado va a ser una de sus grandes prioridades para este 2014: sacar adelante una reforma de las entidades locales de Álava.
En definitiva, parece que lo que el Partido Popular no consiguió a través de la conocida como Ley para la Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, impulsada por Mariano Rajoy, el PP alavés lo quiere lograr con una reforma ad hoc en las Juntas Generales. No será fácil, pues para meter mano a los concejos será necesario que De Andrés cuente con el apoyo de otra fuerza política en la Cámara foral.
Por ahora, desde la Diputación se limitaron a explicar a este periódico que el borrador del nuevo intento de reforma local "aún está en proceso" y no quisieron apuntar ninguna fecha aproximada para darla a conocer al resto de grupos junteros, aunque admitieron que su puesta en marcha pasa ahora mismo por ser una de las prioridades del Gobierno foral para este año. Mientras tanto, a los concejos alaveses, que hoy mismo celebran un encuentro en Elorriaga, ya no les sorprende nada. Un poco más relajados tras año y medio de idas y venidas por culpa de la ley de Rajoy, a las entidades locales alavesas el Ejecutivo foral no parece dispuesto a concederlas ni unos meses de descanso. "Durante todo este proceso siempre hemos pensado que el verdadero peligro no iba a llegar desde Madrid, iba a venir desde Álava", apunta Javier Argote, presidente de ACOA, la asociación que agrupa a los casi trescientos concejos de Álava.
Y es que, una vez constatado que la ley de racionalización aprobada en el Congreso de los diputados no afectará finalmente a Álava tras el acuerdo en Madrid entre el PNV y el PP, los populares alaveses buscan ahora una nueva vía para noquear a las administraciones locales. "El PP alavés está obsesionado de forma enfermiza con nosotros porque somos un caramelo. Ahora dejan caer esta nueva reforma local para que nos echemos a temblar otra vez", critica Miren Fernández de Landa, presidenta de ACOVI, la asociación de concejos de Vitoria, en términos similares a los de su homólogo de ACOA.
"Acabamos de salir de la pelea por la ley de Madrid, de la que estamos contentos porque se han conseguido los mínimos que pedíamos, y ahora nos va a tocar luchar contra esta reforma local en Álava, que el PP ya intentó acometer hace un año y ha tenido guardada en el cajón a la espera de sacarla de nuevo a la luz", incide Javier Argote, que hoy podrá preguntar al diputado de Administración local sobre sus planes para las entidades locales en la reunión de los concejos que tendrá lugar hoy a las 12.00 horas en Elorriaga.
De cualquier forma, y pese al mutismo actual de la Diputación en todo lo que tiene que ver con este nuevo intento de reformar las pequeñas administraciones alavesas, un simple análisis de las palabras que el diputado general dedica habitualmente a los concejos sirve para augurar por dónde irán los tiros. "Comunidades de vecinos", "voluntarios que no tienen los conocimientos necesarios", "racionalización" o "falta de cualificación" son los términos habituales en el diccionario de Javier de Andrés cuando se le cuestiona al respecto, además de deslizar la necesidad de quitarles competencias de saneamiento, abastecimiento, el agua o el alumbrado de los pueblos. En esencia, un jugoso "caramelo", como bien señala la presidenta de ACOVI, cuya asociación por cierto sigue a la espera de saber sí recibirá una partida económica de los presupuestos del Ayuntamiento para este año.
Batalla continua Precisamente, EH Bildu criticaba ayer en un comunicado la obstinación de Javier de Andrés en todo lo relacionado con las entidades locales alavesas y le recordaba que "la mayoría social y política de Araba ha rechazado" dicha ley, además de exigir a Javier de Andrés que "muestre un compromiso firme" con los concejos y "proteja de manera efectiva" a las entidades locales de Trebiño. Cabe recordar que el primer edil foral propuso en su momento aprovechar la ley de Rajoy como opción para la anexión de Trebiño a Álava, una propuesta que los alcaldes de Trebiño y Lapuebla de Arganzón calificaron en su momento como una fórmula que sólo buscaba "ralentizar" el ya de por sí dilatado proceso de unión al territorio alavés.
Por su parte, el propio diputado general deberá dar explicaciones próximamente sobre su deseo de aplicar una nueva reforma local en el territorio a petición expresa del PNV, que en una reciente interpelación le pidió que "explique en qué consiste la reforma de la administración local alavesa que piensa plantear y qué papel se reserva en la misma a las diversas entidades locales de nuestro territorio". De cualquier forma, parece que 2014 será año de nuevas leyes sobre administraciones y municipios en Euskadi, pues el Parlamento Vasco tiene pendiente aún aprobar su propia Ley Municipal para regular la organización político-administrativa y regular las competencias de las distintas instituciones públicas de la CAV. Así las cosas, sin tiempo para respirar entre batalla y batalla por su pervivencia, 2014 se anticipa ya como un nuevo punto de inflexión para los concejos alaveses, que celebran este mediodía un acto de reconocimiento en el que los nuevos cargos electos y los representantes sociales e institucionales brindarán por el -de nuevo nublado- futuro de tan históricas entidades locales alavesas.