Vitoria. Un artefacto incendiario colocado en la madrugada de ayer en un chalé que se encontraba vacío, situado en la localidad alavesa de Okondo, calcinó completamente la vivienda, un acto que según todos los indicios ha sido un "sabotaje provocado", según confirmó la propia Ertzaintza. La vivienda afectada, construida básicamente con materiales de madera, está situada en el barrio de San Román de Okondo.
Según el Departamento de Seguridad, la Ertzaintza está investigando si el incidente está relacionado con actos de violencia callejera, aunque los propietarios de la vivienda calcinada "no tienen ningún tipo de vinculación política".
Los indicios apuntan a que el incendio del chalé, ocurrido sobre las tres de esta madrugada, fue provocado por un artefacto incendiario, ya que en otro chalé situado a unos 50 metros de la vivienda afectada la Ertzaintza localizó, intacto, otro artefacto que no estalló. En este caso estaba compuesto por una cubierta de un neumático, en cuyo interior había una botella de plástico con líquido inflamable y una mecha. Al parecer, este artefacto localizado en el chalet aledaño a la vivienda afectada no ha explotado, probablemente al apagarse la mecha a causa del viento.
No es la primera vez que la localidad alavesa registra sucesos de este tipo. El 29 de julio del pasado año 2010, un incendio con tres focos inconexos destruyó un club hípico propiedad de la familia del alcalde de Okondo, Sergio Tato.
También en aquel entonces se trabajaba con la hipótesis de la premeditación de estos hechos, pues los bomberos localizaron los mencionados focos, que afectaron a tres pabellones del club, varios enseres, un remolque y cientos de fardos de paja y hierba.
Se da la circunstancia, además, de que un año antes de que esta instalación fuera presuntamente atacada se presentó una denuncia por el incendio en la última planta de un caserío, casi dos meses más tarde ardieron las ruinas de otra vivienda, y en agosto el fuego arrasó una nave industrial. Poco después el coche de una concejala recibió dos disparos cerca del depósito de gasolina, y al día siguiente, los disparos, efectuados con la misma arma, se dirigieron al coche de Sergio Tato. Además, la comisaría de la Ertzaintza de Amurrio recibió una denuncia en esos días por el incendio intencionado de un pabellón, y poco después ardió una caseta de aperos del chalé del entonces alcalde de Okondo. En la madrugada del 27 de agosto desconocidos colocaron una bomba casera en el bar de las piscinas de la localidad, regentado por la hija de otro concejal.