Vitoria. Las herramientas virtuales conectan a amigos, conocidos y extraños estableciendo relaciones hasta hace poco impensables. En ocasiones, para bien. Otras, no tanto. Cristina Juesas, una alavesa ducha en Internet como profesional que es del community management y social media, ha experimentado los dos efectos de cal y arena en tiempo récord. Tras ser acosada por un foro de simpatizantes de la Guardia Civil por un comentario crítico a un tuit de ese grupo, ahora recibe el apoyo de cientos de personas a la causa que ha abierto en Change.org para animar a la dirección de este cuerpo a investigar quién está detrás del grupo. Nadie achanta a @maripuchi, nombre virtual por el que se conoce a esta internauta.

La historia comenzó el pasado viernes. Los simpatizantes de la Guardia Civil publicaron en la red social un chiste -malo con avaricia-. "¿Está usted de acuerdo con que Cataluña sea un Estado? En caso de respuesta afirmativa cómo prefiere que la Guardia Civil entre por Las Ramblas: ¿desfilando o con tanquetas?". Cristina, lejos de verle la gracia al comentario, lo consideró "muy grave". Y así evidenció su enfado. "Ni humor ni hostias. ¿Apología del golpismo?", replicó, adjuntando el pantallazo del tuit de esas personas. Su respuesta tuvo una gran repercusión y, según cuenta la internauta, los responsables del foro empezaron a hostigarle. Un acoso que se ha decidido a denunciar por la vía penal, como le ha recomendado la Ertzaintza.

Cristina, sin embargo, no se ha conformado con este paso. Además, ha creado una petición en la plataforma virtual más exitosa de recogida de firmas on line para solicitar al director de la Guardia Civil que investigue quiénes utilizan el foro y depure responsabilidades. El colectivo define su página de Facebook como "personal y gestionada por miembros de la Guardia Civil ajena al carácter oficial o institucional del cuerpo", aunque con hostigamientos como el sufrido por la internauta lo que está consiguiendo es "manchar la imagen" de esa institución a la que supuestamente tanto quiere. En una semana, la causa ya ha recabado ya más de 1.370 adhesiones.