vitoria. Toti Martínez de Lezea ha sido la encargada de inaugurar recientemente el ciclo de visitas guiadas de la exposición Badu Bada dedicada al euskera. Algo impensable hace algunos años, cuando el uso del euskera en la capital alavesa era prácticamente nulo. Hoy la situación es muy diferente y aunque se ha avanzado mucho, para Toti es necesario normalizar el uso de la lengua vasca en la calle para "que no sea un idioma extraño fuera de las aulas".
Suele acudir a la capital alavesa para dar conferencias, ¿qué opina de la vida cultural de la ciudad? ¿Considera que es una ciudad viva?
Desde luego es una ciudad muy activa desde el punto de vista vecinal por los muchos cursos, encuentros, conferencias y talleres que se ofrecen continuamente. Las casas de cultura y los centros cívicos funcionan. Si me preguntas a otros niveles imagino que también, pero al no vivir aquí no lo sé.
Muchas de las actividades que se organizan son en euskera, ¿cree que cada vez está más presente en la calle o todavía queda mucho por hacer?
Cuando yo era joven no se escuchaba una palabra en euskera en Vitoria-Gasteiz. De hecho, tuve que presentarme en la comisaría para explicar por qué razón lo estaba aprendiendo... Ahora se escucha y los niños lo aprenden en la escuela aunque todavía hace falta normalizar su uso, que no sea un idioma extraño fuera de las aulas. Es una de nuestras mayores riquezas culturales, una de las lenguas más antiguas de Europa, y hay que cuidarla por mucho que haya quien la demonice y politice en lugar de enorgullecerse de que este pequeño pueblo haya sabido conservarla a lo largo de los siglos.
El año pasado Gasteiz recibió el galardón Green Capital, ¿es la capital alavesa una ciudad de la que estar orgulloso? ¿qué es lo que más le llama la atención de la 'Vitoria verde'?
En ese aspecto creo que sí, que es para estar orgullosos, aunque también es cierto que ayuda el terreno plano sobre el que ha crecido, lo que permite que se puedan crear parques y jardines. No hay nada que me llame la atención especialmente, nací y crecí en esta ciudad; paseé por el Prado, por el Batán, por Santa Lucía... ¡y entonces también era verde!
¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?
Leer, hacer pequeños viajes por los alrededores... ¡Cuánto más mayor menos ganas de moverme lejos! Y estar en buena compañía.