vitoria. Después de más tres décadas, en Galarreta un grupo de vecinos ha decidido por fin alzar la voz y solicitar a la Diputación alavesa que haga frente a sus promesas, aunque se remonten a 1979, y que rehabilite la iglesia del pueblo. En realidad no solicitan que vuelva a ser lo que era, ni mucho menos, sino que, por un lado, se intente dar un uso al espacio ahora ruinoso en el que antes se elevaba la iglesia y, por otro, se haga frente a la reforma de la torre del siglo XVII bajo pena de sufrir un disgusto cualquier día de estos. "Es urgente que se consolide o apuntale la torre antes de que caiga, porque entre otras cosas está situada junto a la sociedad del pueblo y al lado de la carretera", explica José Ramón Mendizabal, uno de los vecinos de Galarreta que se ha puesto manos a la obra para que la Diputación liderada por Javier de Andrés salde una deuda de 34 años. Y es que más que una reivindicación histórica, su petición es una cuestión de seguridad.
punto de observación Además, los vecinos piensan que contar con una estructura mastodóntica como la torre, de cincuenta metros de altura, en un enclave privilegiado como el de esta localidad alavesa, podría permitir la creación de un punto de observación de la Llanada, pues desde allí se pueden ver más de diez pueblos y montes de alrededor. Y es que, además de reforzar la seguridad ante posibles desprendimientos y caídas de piedras desde la torre, los vecinos consideran que el lugar podría albergar también un pequeño graderío para eventos sociales, o la instalación de paneles informativos sobre la zona de Galarreta con temas como la piedra o las canteras.
"Somos conscientes de las limitaciones y de la austeridad que impone este momento, pero confiamos en que la Diputación atienda nuestra demanda por el compromiso adquirido en su día", confía Mendizabal, cuyo colectivo vecinal reclama "actuaciones urgentes para consolidar las ruinas y evitar que elementos urbanos queden sepultados por los escombros".