gasteiz. Lego puede presumir de ser una de las empresas más longevas de todo el planeta, lo que hace posible que casi cualquier persona haya tenido entre sus manos alguna vez una pieza de este popular juego o al menos haya oído hablar de él. Desde el comienzo de la producción de estos ladrillos de colores, Lego ha lanzado varios miles de juegos ambientados en el espacio, los vikingos, los castillos medievales, los dinosaurios, el salvaje oeste, el ártico, los automóviles de carreras, los agentes secretos o incluso en películas del éxito de Indiana Jones. Constantemente, la firma se saca de la manga nuevas piezas, lo que aumenta cada vez más la versatilidad de sus juguetes. Sus fans pueden disfrutar también de motores, engranajes, luces, cajas de sonido y cámaras para ser usados con otros componentes de Lego, incluso piezas que pueden ser programadas con un ordenador para desempeñar procedimientos complejos. Piezas que son vendidas bajo la marca Lego Mindstorms, como el robot que Los Catastrónicos manejarán hoy en Zamudio.

A pesar de su enorme popularidad, la historia de Lego no ha sido siempre un camino de rosas. Incluso muy recientemente, entre los años 2001 y 2004, la compañía soportó importantes pérdidas y sólo en 2005 pudo revertir esta tendencia tras hacer duros ajustes en su estrategia. Según las cifras publicadas por la propia compañía en 2009, Lego obtuvo 295 millones de euros de beneficios en un contexto de crisis global. Parte de este éxito fue debido a sus juguetes sobre La Guerra de las Galaxias.

No fue hasta 1934 cuando el nombre Lego fue acuñado por Ole Kirk Christiansen, fundador del imperio, a raíz de la frase danesa leg godt, que significa "juega bien". Carpintero en sus inicios, Christiansen comenzó produciendo versiones en miniatura de sus productos en madera como ayuda de diseño, hasta que vio la verdadera oportunidad de estas pequeñas maquetas. Cuando el plástico alcanzó un uso masivo, Christiansen se adaptó a los cambios y abandonó la fabricación en madera, allá por 1949.