markel es un joven de 31 años que ha decidido dar un paso sustancial en su vida, comprar una vivienda. Este gasteiztarra, que tiene trabajo fijo desde hace casi una década y disfruta de una situación económica estable para los tiempos que corren, ha residido desde hace seis años en varios pisos de alquiler compartidos tras salir de casa de sus padres, siempre en el centro de la capital alavesa, y ahora busca una segunda independencia. Soltero, Markel quiere encontrar un piso medianamente asequible para vivir solo, que sea céntrico, que satisfaga sus necesidades básicas y con el que pueda evitar el pago de un costoso alquiler, que según diversos estudios aún ronda en la ciudad los 700 euros mensuales, a pesar del progresivo ajuste derivado de la crisis. ¿Podrá hacerse con algo a su medida y que, además, pueda pagar cómodamente mes a mes una vez contratada una hipoteca? Conseguir ese préstamo, vistas las duras condiciones exigidas por los bancos tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, ya será otra historia.

Su búsqueda se centrará en los distintos portales de Internet especializados en la compraventa de viviendas, una de las opciones más populares entre los alaveses gracias a su comodidad e inmediatez. En ellos pueden encontrarse viviendas libres, cuya venta gestiona directamente el propietario, pero también otras controladas por inmobiliarias e incluso entidades financieras. Un amplio abanico de ofertas que en un rápido vistazo permite realizar una radiografía fiel de lo que a día de hoy ofrece el mercado gasteiztarra. Sólo en idealista.com, por citar una de las web más importantes de estas características, actualmente hay 3.135 anuncios de viviendas a la venta en Vitoria. En el conjunto del territorio alavés son 4.088.

La principal conclusión a la que Markel ha llegado tras un concienzudo rastreo, y así lo entiende también el sector inmobiliario de la ciudad, es que la bajada de precios que se ha ido produciendo en este ámbito todavía no ha tocado fondo. Según el último informe elaborado por el portal fotocasa.es, otra de esas webs especializadas en la compraventa de vivienda y que cuenta con más de 1.500 anuncios de pisos de los que sus propietarios se quieren desprender en Gasteiz, la capital alavesa es a día de hoy la quinta ciudad del Estado con el precio más caro por metro cuadrado. Nada menos que 2.346 euros, sólo superada por Donostia (4.259), Bilbao (3.186), Barcelona (3.154) y Madrid (2.772). Siguen de cerca a Vitoria A Coruña, Santander y Pamplona. La bajada ha sido considerable durante los últimos 12 meses según esta misma fuente, de algo más de un 8%. En concreto, el precio estaba hace un año en los 2.549 euros por metro cuadrado. En el conjunto de Álava, el valor de los pisos está actualmente en los 2.294 euros por metro cuadrado, un 9,1% menos que hace un año. Puede parecer una caída importante, pero no lo es tanto si se compara con la que se ha producido en el mismo intervalo de tiempo en otros territorios como Guadalajara (-18,3%), Ciudad Real (-15,2%), La Rioja (-14,6%), Tarragona (-13,8%), Burgos (-13,5%) o Barcelona (-10,2%), la cuarta provincia más cara del Estado.

A día de hoy, resulta prácticamente imposible encontrar una vivienda con un precio de salida inferior a los 50.000 euros en la capital alavesa. Apenas un solo anuncio reduce esta cuantía en idealista.com, una vivienda de 55 metros cuadrados con dos dormitorios, ubicada en un primer piso sin ascensor del Casco Viejo, que se vende por 48.000 euros. Claro que, como muchas de las viviendas que rondan este precio, necesita de una importante reforma y no está amueblada. También hay ejemplos de pisos que han reducido su precio de venta muy por encima del ajuste general que se ha producido el mercado. Es el caso, por ejemplo, de otro piso ubicado en la calle Correría, de 45 metros cuadrados y sin ascensor, que se vende actualmente por 54.000 euros cuando su precio de salida superaba los 95.000, un 44% más.

posición de fuerza Se trata éste de un caso extremo, pero la bajada de precios ha sido generalizada en la capital alavesa al calor de la crisis. La necesidad económica de los propietarios, que a día de hoy acceden a vender sus propiedades "casi sin importarles el precio final" según constata un profesional del sector consultado por este periódico, conforma la cuadratura del círculo. La escasa demanda ha colocado también en una posición de fuerza a los potenciales compradores, que pujan muy fuerte en las negociaciones. Y aunque a primera vista no se observen gangas, en el tira y afloja final éstos logran rebajas muy sustanciales. "El propietario prácticamente acepta todas las ofertas de sus posibles compradores, lo que acaba creando un efecto dominó", argumenta el mismo profesional. Una realidad que se traduce en llamadas diarias de los propietarios de pisos a las inmobiliarias para ajustar a la baja sus precios, a la vista de que otros sí son capaces de soltar lastre.

Markel continúa con la búsqueda y la gran mayoría de los pisos ubicados en el Casco Viejo de la ciudad y del entorno más próximo se encuentran bastante por debajo de la media, esos 2.346 euros por metro cuadrado que todavía deben pagarse en Gasteiz por comprar un piso. Una cifra que, como es lógico, va aumentando a medida que el comprador se adentra en el ensanche de la ciudad, vías céntricas como Florida, Dato, General Álava o el entorno de la Avenida Gasteiz, o en barrios como Txagorritxu, Arriaga o incluso Salburua o Zabalgana.

Los bancos y cajas de ahorros han encontrado en portales como los ya citados una vía más para desprenderse de viviendas que actualmente son de su propiedad, ya sea porque hayan fracasado promociones impulsadas por estas entidades o por la tristemente común vía del desahucio. En idealista.com hay 36 viviendas propiedad de bancos y cajas a la venta, que ofrecen el 100% de la financiación y condiciones muy ventajosas para atraer a los compradores. Pisos radicados en cualquier punto de la ciudad, que casi nunca necesitan reforma y cuyos precios oscilan entre los 81.000 y los 483.000 euros.

Markel, entretanto, seguirá buscando su particular ganga, convencido de que deberá apurar al máximo en la negociación final para encontrar lo que desea.