vitoria. Mucho ha llovido desde que en 2006 el Gabinete del alcalde vitoriano Alfonso Alonso adjudicó las obras del depósito de tormentas de Yurre, un proyecto llamado a contener las crecidas del Zadorra y evitar las recurrentes inundaciones en las fincas ribereñas a su paso por el municipio vitoriano. Mucho ha llovido en estos siete años, y cada vez que lo ha hecho los márgenes del río en esta zona del norte de la ciudad han vuelto a convertirse en un estanque, echando a perder cosechas y aislando a los pequeños pueblos de la zona, por la sencilla razón de que el depósito no sirve para nada.

El agua se sigue filtrando por las paredes que recubren sus 25.000 metros cúbicos de espacio, y los euros se van igualmente por el sumidero. En su día la obra se adjudicó por 4,8 millones, 4 de los cuales llegaron de Europa, pero el depósito no retenía el agua. Hubo que meter más dinero. Para 2009 la inversión se acercaba ya a los 8 millones de euros. Gobernaba el PSE de Patxi Lazcoz, que tras esta última inyección de dinero decidió que si el agua seguía desbordándolo tiraría la toalla. Hubo una esperanzadora prueba que se saldó con éxito, pero cuando la naturaleza se expresó con toda su contundencia el depósito se vio desbordado y el proyecto quedó enterrado sine die.

Llegó el Gobierno de Javier Maroto y el problema se derivó a Amvisa, la sociedad municipal de aguas, que según explicó ayer la concejal de Vía Pública, Leticia Comerón, "lleva el trabajo muy avanzado". La cuestión es si, al margen de que el proyecto en el que se trabaja sea el definitivo y el depósito consiga retener el agua, habrá que poner más dinero.

Ayer el concejal de EH Bildu Antxon Belakortu lanzó una cifra al aire en busca de una confirmación por parte del equipo de gobierno que no llegó. A Belakortu le ha llegado que la enésima obra en "el único depósito de aguas flotante del mundo" saldrá por entre 12 y 15 millones de euros, lo que elevaría la factura total a la mareante suma de 20 millones de euros, millón arriba, millón abajo. "No me va a responder, pero no voy mal en la cifra", dijo Belakortu, y efectivamente Comerón no entró en materia de números, aunque aseguró que se interesará por la cuestión en el Consejo de Administración de Amvisa.

Por otro lado, en todo este tiempo en el que el depósito de tormentas ha permanecido inutilizado y consumiendo fondos públicos se han ido realizando otra serie de mejoras en la cuenca del Zadorra a su paso por Vitoria para minimizar el efecto de las inundaciones. Río arriba, en la muga con Durana, se construyó un cauce alternativo capaz de duplicar la capacidad del río cuya efectividad ha quedado probada en múltiples ocasiones, especialmente cuando hay que abrir las compuertas de Ullibarri-Ganboa. La cuestión es que ese cauce acaba en Gamarra, y a partir de ahí el Zadorra tiene que asimilar de nuevo todo el agua que le llega de los pantanos.

Entre esta población y Abetxuko la amplitud de la ribera sur, que forma parte del Anillo Verde, ayuda a asimilar las crecidas con bastante efectividad, pero a partir de Abetxuko las riberas se estrechan en favor del asfalto y las fincas agrícolas. Unos pocos centenares de metros río abajo se ubica el depósito de tormentas de Yurre. Ya en esta zona los problemas son habituales, y se reproducen a lo largo del cauce por pueblos como Margarita o Gobeo.