Los directores de centros de educación permanentes de adultos se reunieron ayer ante el impacto que han provocado los cambios de la última convocatoria. A su juicio, no hay motivo alguno para restringir el número de plazas en función del presupuesto y la prueba debe ser universal, sin baremos y posibilitando su acceso a todo el mundo. Por eso, solicitan al Departamento vasco de Educación la retirada de su resolución.