vitoria. Ya el miércoles se temían en el Legislativo alavés que la decisión de reponer los 12 millones de euros detraídos del Plan Foral de Obras y Servicios, fondo del que Vitoria está excluida -salvo sus más de 60 juntas administrativas-, iba a hacer saltar al alcalde de Vitoria, Javier Maroto, y así sucedió ayer. En las Juntas, la aprobación de la propuesta del PNV, que salió adelante gracias a los votos de EH Bildu y a la abstención del PSE, da fuerza a los jeltzales en su negociación presupuestaria con Javier de Andrés. Uno de los temas que se iban a poner sobre la mesa se sacó adelante en la Cámara foral y por tanto el PNV no tendrá que pedírselo al PP, y podrá centrarse así en reclamar fondos para colectivos sociales, para el impulso del euskera y el empleo o para inversiones.
En cambio, en Vitoria, donde también el PNV podría apoyar los Presupuestos de Maroto previa negociación, los hamarrekos se los intenta llevar el alcalde. El argumento es bien fácil de digerir. "Ayuntamientos como Llodio o Amurrio tienen uno o dos millones de financiación, cuando alguno de ellos ni siquera perdió nada en su momento, y Vitoria recibe cero. Para mí, lo que ha hecho el PNV con Vitoria es otra vez el ejemplo de que lo que les importa son los pueblos, y que les importa un pimiento la ciudad de Vitoria, así de claro y así de contundente. La dificultad económica del Ayuntamiento es importante, y cuando llega el dinero el PNV lo bloquea para dárselo a pueblos como Llodio y Amurrio", señaló.
Eso sí, como siempre que se lanzan este tipo de mensajes cada otoño y en cada institución de Occidente donde no hay mayoría absoluta, tras la bofetada llegó la caricia. Maroto ponderó la necesidad de hablar y, por supuesto, desvinculó su posicionamiento con respecto al acuerdo de las Juntas de cualquier intento de mejorar sus cartas ante el PNV municipal. Sea así o no, el mensaje lanzado ayer no era para Ramiro González, portavoz jeltzale en las Juntas y que juega su particular partida con el diputado general.
"No hay precedentes de que un partido exija repartir a todo el mundo con la condición de que no haya nada para Vitoria. Que hayan hecho eso cuando exigen que no haya ajuste ninguno en la negociación presupuestaria les descubre en una estrategia partidista y contraria a la defensa de los intereses de Vitoria", señaló Maroto, en un guiño destinado a ser detectado por Gorka Urtaran -portavoz municipal del PNV- y que, como en el mus, significa que con el acuerdo de las Juntas a Maroto le ha llegado una mano de treintayuna. Pero, a la vez, cabe preguntarse cuántos reyes tiene González, compañero de partida de Urtaran en un territorio donde los contactos presupuestarias siempre han abarcado de forma conjunta a Diputación y Ayuntamiento de Vitoria.
Fuentes conocedoras de la negociación tildaban ayer de "innecesario" el órdago del alcalde, que por ganar puntos en su negociación particular con Urtaran podría dar al traste con el proceso en el territorio, un fracaso que afectaría a todo el PP alavés y dejaría sin Presupuestos a una y otra institución.