Vitoria. Una de las paradojas del siglo XXI es que cuanto más desarrollada se encuentra una sociedad para estar a salvo de los avatares climatológicos más daños sufre por unas condiciones atmosféricas severas. "Es consecuencia de la filosofía just in time", apunta el responsable de Euskalmet, José Antonio Aranda. En el caso de las fábricas, por ejemplo, "las materias llegan justo a tiempo a medida que son necesarias para optimizar el sistema de producción, de modo que si una carretera queda cortada por hielo o nieve van a tener problemas, pues son muy sensibles a cualquier obstáculo en el proceso". De ahí que el tiempo haya adquirido más importancia en la rutina de los ciudadanos y que éstos se informen mucho más de lo que está por venir.

Hay gente que sabe perfectamente a qué altura se encuentra la cota de nieve o el porcentaje de precipitaciones a lo largo del día. Las noticias meteorológicas llegan cada vez más detalladas y, gracias a Internet, resulta más sencillo acceder a ellas. Por eso, también el nivel de exigencia es más alto. "La gente quiere hacer el recorrido al trabajo en el mismo tiempo y con la misma velocidad y, si no puede, quiere saber cómo hacerlo para llegar a la hora de siempre. No obstante, hay que entender que los meteorólogos trabajamos con probabilidades y, aunque se ha mejorado mucho en este campo, vamos a seguir equivocándonos", advierte Aranda.

Para hoy, el responsable de Euskalmet vaticina precipitaciones muy cuantiosas, especialmente en el norte de Álava, donde se pueden superar los 60 litros por metro cuadrado en 24 horas. La cifra es significativa, porque los suelos de esta zona apenas pueden absorber más agua, lo que significa que parte irá a los ríos. En Vitoria no se esperan inundaciones y, por suerte, los pantanos tienen aún mucho espacio de almacenaje.