"la impresión que saco es buena. Ahora, que las atenciones sean como tienen que ser y todos estaremos contentos". La reflexión que este jubilado, paraguas en mano, realizó ayer tras visitar el centro de salud de Salburua resume muy bien la sensación generalizada del barrio gasteiztarra en su primer contacto con el flamante equipamiento. Después de tanto esperar, en Salburua había muchas ganas de conocer por dentro el recinto sanitario, que esta misma mañana empezará a recibir a sus primeros pacientes, así que la jornada de puertas abiertas organizada de víspera por Osakidetza fue agradecida por todos.
También, lógicamente, por los profesionales del centro, que aprovecharon el día para orientarse, poner en marcha por primera vez los equipos informáticos y conocer su nuevo lugar de trabajo y a sus compañeros, aunque la mayoría procede del ambulatorio de Aranbizkarra II y ya son caras conocidas. Hoy ya no tendrán mucho más tiempo para ubicarse, porque desde las 8.00 horas deberán comenzar a resolver los habituales problemas de salud a los que acostumbran a enfrentarse.
Los halagos hacia una infraestructura acogedora, amplia, luminosa, muy atractiva desde el punto de vista arquitectónico y sobre todo cercana para los vecinos del barrio se entremezclaron ayer con la cautela que despierta no haberla visto todavía en funcionamiento. Desde luego, la falta de espacio del sobresaturado Aranbizkarra II, de donde procede la mayoría de los pacientes que hoy estrenarán el ambulatorio, no va a ser en este centro un problema, ya que sólo estarán operativas por ahora 12 de las 38 consultas de medicina, enfermería y pediatría de las que dispone en total. Aunque preparado para atender a 30.000 pacientes, de aquí a mayo de 2014 sólo está previsto que asuma 15.000 Tarjetas Individuales Sanitarias (TIS), las que corresponden a los actuales vecinos de Salburua y de sus distritos adyacentes. A medida que los residentes vayan inscribiéndose en el nuevo ambulatorio, Osakidetza irá llenando sus consultas.
Muchos de ellos acudieron ayer para informarse de los trámites que deben llevar a cabo para trasladarse al centro, como Ascensión Ortiz de Guinea, que aunque reside desde hace dos años en la cercana Portal de Elorriaga está adscrita al ambulatorio de Olaguíbel, de cuya área de influencia era vecina anteriormente. A diferencia de los vecinos que hasta ahora han sido atendidos en Aranbizkarra II, a Ortiz de Guinea le tocará cambiar de médico al pasar a Salburua, aunque de momento sólo ve ventajas en el nuevo equipamiento. "Lo veo todo muy bien y muy nuevo, aunque ya veremos cómo funciona. Me ha gustado mucho el área de atención a la mujer", describía. Los ginecólogos y las matronas, así como los psiquiatras, no llegarán a Salburua hasta el próximo enero, pero quienes visitaron ayer el centro vieron con muy buenos ojos los nuevos espacios en los que se ubicarán y atenderán a sus pacientes.
Maxi Gutiérrez, responsable del nuevo centro de salud, siguió de cerca sus primeras evoluciones y atendió también las dudas que le plantearon algunos de los pacientes que se acercaron. "Hoy -por ayer- es un día de comprobar que todo funcione y de guiar a la gente que venga. Por ahora, creo que están contentos con lo que ven", valoraba el profesional, quien también ponía voz a las sensaciones compartidas por sus compañeros: "Hay ilusión y ganas por empezar en un sitio nuevo, aunque con las lógicas cosas de los cambios, que a veces cuestan". Para Gutiérrez, los grandes atractivos del equipamiento son, entre otros, "la amplitud, la luminosidad y las zonas comunes", aunque también "la voluntad de llevar a cabo distintos proyectos para que la gente se capacite en salud".
Tampoco faltaron a la cita otros profesionales sanitarios que desempeñan su labor en otras infraestructuras de la red de Osakidetza y que se acercaron a Salburua a saludar a algunos de sus colegas y a mandar un mensaje de ánimo. Como Aurkene, enfermera, para quien el centro "tiene la impronta de este barrio, de gente muy joven y con otra mentalidad", lo que constituye "un buen punto de partida". O como Alberto, médico de familia, que valoró la buena ubicación del ambulatorio, en el número 2 de la avenida de Praga: "Va a revitalizar esta zona, por la que hasta ahora no pasaba casi nadie".
a mejor A medida que avanzó la mañana, las visitas al centro comenzaron a hacerse más frecuentes, a pesar de la insistente lluvia que cayó ayer en Gasteiz. Mariví Espina y su hija Sonia Montilla fueron dos de esas vecinas del barrio curiosas por conocer el flamante equipamiento. "A simple vista no parece un ambulatorio. Me ha gustado, aunque no me gustaría tener que venir mucho", bromeaba la primera. Su hija Sonia, que a su vez también es madre, valoraba el salto cualitativo que la atención a la mujer dará en Salburua.
La preparación para su embarazo tuvo que hacerla en su día en el centro de salud de San Martín, donde la sala preparada para ello está ubicada en el sótano. Nada que ver con la luminosa sala polivalente de Salburua, a donde a partir de ahora acudirán las nuevas madres del barrio. La moderna área de Pediatría del centro también merece la aprobación de Sonia, que hasta ahora ha acudido con su hija a Aranbizkarra II -también ella y su madre-, un centro "muy agobiante y donde hace mucho calor".
Para el matrimonio formado por Nieves Nieves y Ángel Merino la apertura del centro de salud también ha sido una muy buena noticia, habida cuenta de que esta pareja reside en Salburua desde hace ya siete años y en esos tiempos ya comenzaba a hablarse en las instituciones sobre la rapidez en que iba a levantarse este centro. "Desde fuera parece más pequeño de lo que es, así que me ha sorprendido bastante. Tiene muchas consultas y eso está muy bien para un barrio tan joven que va a seguir creciendo", argumentaba Nieves.
Vecinos de la cercana calle Viena, acercarse ahora al ambulatorio y no tener que ir hasta Aranbizkarra supondrá una ventaja muy considerable en tiempo. "Ahora nos vamos a ahorrar entre 20 y 25 y minutos", calculaba ella. Ambos también conservarán a sus médicos y Nieves dispondrá de atención ginecológica mucho más cerca. "El centro está bien y tiene también muchas salas para hacer pruebas. Ya hacía falta", celebraba él.
Lo mismo que otra pareja, la conformada por Arantxa Ruba y Koldo San Prudencio, padres de dos hijas y vecinos del también cercano Bulevar de Salburua. "Ya teníamos ganas de que abriera , porque tenemos a las niñas en Aranbizkarra I y nosotros estamos en el II", explicaba Koldo, lo que da buenas pistas sobre la comodidad que ganará a partir de ahora esta familia. Él y Arantxa también se mostraban cautos, a la espera de que la actividad comience hoy en el centro y vean la evolución. "De momento bien, aunque hay muchas salas y pocos médicos. Buena pinta tiene, aunque habrá que ver cómo funciona", advertía Arantxa.
Como muchos otros vecinos de Salburua, la pareja se felicita por tener ahora a sólo unos pasos dos servicios públicos tan básicos como el centro de atención primaria, en el que están escolarizadas sus hijas, como el propio centro de salud. Síntomas de que el barrio cobra vida y de que deja de ser aquel páramo que fue en sus primeros años de existencia. "Tener estos servicios cerca es importante, porque lo primero que te abren siempre es un bar. Está bien para potear, pero... sólo eso", recordaba Arantxa. Ahora Salburua es mucho más que eso.