Gasteiz. El año pasado, algunos de los establecimientos que organizan cotillones de Nochevieja en la ciudad vendieron el oso antes de cazarlo. Según señaló ayer el alcalde vitoriano, Javier Maroto, hubo quien se puso a distribuir entradas antes de obtener los correspondientes permisos municipales y, cuando éstos fueron denegados, decenas de gasteiztarras se quedaron sin fiesta de fin de año. Por ello, este año todo aquel establecimiento hostelero que no disponga de una licencia específica para este tipo de celebraciones y pretenda organizar una deberá solicitarlo, como muy tarde, el 9 de diciembre, poniendo la correspondiente documentación sobre la mesa.

A partir de ahí, los técnicos municipales evaluarán quién cumple la normativa y quién debe realizar mejoras, y los establecimientos que no satisfagan las exigencias municipales deberán subsanarlas para el día 15. A partir de esa fecha, el Ayuntamiento publicará cuáles son los bares, restaurantes y hoteles autorizados a organizar cotillones, y de ese modo los vitorianos que quieran pasar esa noche fuera de casa sabrán donde tienen garantías de que habrá fiesta y de que ésta se celebrará con las medidas de seguridad necesarias.

“Es completamente legítimo organizar estas actividades extraordinarias, pero hay que hacer las cosas en base al procedimiento”, señaló el alcalde en referencia a aquellos establecimientos que el año pasado vendieron entradas para fiestas que luego no se celebraron por decisión municipal. Ayer Maroto recalcó que la “recomendación” de presentar la documentación para pedir los permisos como muy tarde el 9 de diciembre se realiza “con el tiempo debido”, y afirmó que la razón de haber adoptado esta medida es incrementar la seguridad en estos espacios y garantizar “la tranquilidad de los que esperan en casa”.

plazas a concurso Por otro lado, ayer el concejal de Seguridad Ciudadana de Gasteiz, Alfredo Iturricha, expuso a los grupos de la oposición el proceso de reforma de la cúpula de la Policía Local, que arrancó con la designación de Luis Cid como comisario jefe y que seguirá en lo sucesivo con la convocatoria de un concurso para cubrir las dos plazas vacantes de subcomisario. “Vamos a seguir criterios objetivos, sin ostracismos ni amiguismos y con la máxima transparencia”, señaló.

Según Iturricha, la propia elección de Cid responde a motivaciones objetivas, según señaló, pues es el subcomisario con más antigüedad en el cargo y cuenta con una trayectoria de 15 años de servicio, y por ello afirmó que “su designación tiene que dar confianza a los propios agentes y a la ciudadanía, como nos la da al gobierno”. El edil aseguró que la nueva cúpula policial trabajará para instaurar un modelo policial que sea “un servicio público que garantice el ejercicio de derechos y libertades a la ciudadanía proporcionándole seguridad en sus personas y en sus bienes. Uno de los valores por el que vamos a trabajar especialmente ?insistió? es por la cercanía de la policía a los ciudadanos y por un modelo de policía local estable que trascienda a este gobierno”.

También el alcalde, Javier Maroto, defendió ayer la creación “de una estructura ágil, cercana y eficaz”, y aseguró que el proceso de remodelación de la cúpula policial “va bastante más rápido de lo que podíamos pensar, los nombramientos se están llevando a cabo con celeridad y de la forma más consensuada posible”, explicó.

La renovación de los mandos de Agirrelanda ha sido la primera decisión de calado que se ha adoptado desde que se nombró coordinador de Seguridad a Alfredo Piris, quien contribuyó a la constitución del cuerpo municipal en los primeros gobiernos de José Ángel Cuerda. Piris trabaja en la elaboración de un diagnóstico sobre los aspectos que se pueden mejorar en el funcionamiento de la Policía Local, cuya máxima responsable política, Marian Castellanos, dejó su cargo hace varios días tras ser muy cuestionada por su gestión.