El lugar que ha elegido Oihane Perea para las fotos es el Dolmen de Sorginetxe, en Arrizala. El monumento funerario, situado a escasos 600 metros de este pueblo alavés, muy cerca de Agurain, fue construido aproximadamente en el año 2500 antes de Cristo. Se trata de uno de los monumentos megalíticos mejor conservados de Euskadi. Está formado por cinco piedras calizas verticales, y la que las cubre alcanza en su punto más alto unos 2,3 metros.
vitoria. "Me pongo a contar y me da un poco de vértigo, llevó más de 20 años como bertsolari". Cuando Oihane Perea (Vitoria, 1977) recuerda sus inicios, lo primero que le viene a la cabeza son las personas que le animaron a empezar. "¡Puf! ¡Como pasa el tiempo! Era una cría, y me animaron aita, ama y el profe y la verdad es que me enganché enseguida. Me lo pasaba bien, era un juego que se me hacía fácil, más fácil que escribir? así que me dio por seguir hasta hoy". Pasó su infancia y su juventud en el barrio vitoriano de Aranbizkarra, luego vivió durante un tiempo en la localidad de Agurain y ahora reside en Bikuña. "Me siento un poco de todos esos sitios y de alguno más", reconoce Oihane Perea. Si no viviera en Álava, otro lugar que cumpliría sus requisitos probablemente sería Nafarroa, "así que no me iría muy lejos ni de Bikuña ni de Antoñana? je, je". Explica que ha conocido sitios preciosos, "pero como para volver siempre? pues no". "Para volver siempre tienes que haber dejado algo allí, o ser un poco de ese lugar? ¿No? En mi caso, Antoñana. Siempre he pasado, como buena nativa vitoriana, mis vacaciones en el pueblo de los abuelos. Es algo que necesito y me llena. Es como volverme a encontrar conmigo misma".
¿Qué aspectos destacaría de Vitoria o de Álava como un lugar ideal para vivir?
No sé si Álava es un lugar ideal para vivir, es mi tierra, son mis raíces? Que voy a decirte yo! De todas formas no creo que tenga nada que envidiar a otros lugares que se nos presentan como ideales para vivir. Lo que mas valoro es su tamaño, no muy grande pero llena de pequeños misterios, el medio natural que todavía en cierta manera conservamos, este mapa formado por pequeñísimos pueblos que mantienen aún sus raíces rurales, que sobreviven siendo grandes desconocidos, y la forma de ser sencilla pero con carácter de nuestra gente.
¿La vida en el ámbito rural está condicionada por el transporte? ¿El transporte público cubre las necesidades o es imprescindible el vehículo propio?
El transporte público sólo se comunica con los pueblos grandes, los pequeños tenemos muy pocas opciones y tienes que buscar otras alternativas. Agurain tiene la suerte de tener autobuses bastante a menudo, pero es una excepción en Álava, la mayoría cuentan con uno al día. Además, el tren está desapareciendo poco a poco, lo están dejando morir. Para salir del pueblo hace falta coche, y no hay otra... En la ciudad, el transporte público esta bastante bien, pero yo la verdad a menudo prefiero ir andando poco a poco que estar esperando al autobús o al tranvía.
El Ayuntamiento de Vitoria está ofreciendo a los ciudadanos la oportunidad de participar y opinar sobre el futuro desarrollo urbano de la ciudad. ¿Cree que los políticos valoran más la opinión de la ciudadanía? ¿Se percibe en el ámbito rural la preocupación de los políticos?
Pues a mí me parece que les importa bien poco, que es una manera de justificarse de antemano. No es lo mismo oír que escuchar. Cuando organizas procesos participativos, la gente aporta sus ideas, sus necesidades reales y su tiempo, y creo que no se le tiene suficiente respeto a eso. En Vitoria se oye algo, se escucha poco y a los pueblos me parece que ya no llega la cobertura.
Son muchos los ciudadanos que muestran sus reticencias cuando se conoce un nuevo proyecto (estación de autobuses, qué hacer con el monumento de la Virgen Blanca,...). Los nuevos proyectos no siempre son bien acogidos. ¿Falla la comunicación entre instituciones y ciudadanía?
Los nuevos proyectos muchas veces tienen motivaciones muy distintas a lo que realmente es práctico y necesario. Hay mucho de artificio, de despilfarro, y generalmente no se tienen en cuenta los perjuicios que crean en la vida de las personas o en el medio natural. Es normal que la gente se oponga. La mayoría de los proyectos estrella no surgen precisamente de un clamor popular, sino de otros intereses que a saber cuáles son.
En su opinión, ¿qué cree que ha supuesto para Vitoria recibir el título de Green Capital? ¿Los ciudadanos realmente somos conscientes del valor de ser una referencia medioambiental en Europa?
No me gustan las etiquetas, los títulos de "capital más X" al final se convierten en pura fachada... Es una manera de atraer turismo que se fija más en la forma que en el fondo. Es cierto que Gasteiz tiene muchos espacios verdes y que quizás se respire un aire más puro que en otros lugares. Pero bueno, eso no es una medallita que se pueda poner el alcalde de turno (ni éste ni ninguno), probablemente si les hubiéramos dejado a los políticos hacer lo que ellos hubieran querido, Vitoria no sería tan green.
Una de las polémicas abiertas es la posibilidad del uso del fracking para obtener gas. Son varias las manifestaciones multitudinarias que han expresado en la calle su rechazo. ¿Cree en el papel de las manifestaciones? ¿Salir a la calle puede tener repercusión en la puesta en marcha o en la paralización de algunos proyectos empresariales?
Lo que está claro es que desde el sofá con el mando a distancia no se pueden parar estas cosas. Sería un delito por nuestra parte dejarles que hagan lo que les dé la gana sin ningún coste. Sí que creo en el papel de las manifestaciones, creo que molestan, que consiguen que se pongan en duda las cosas, que hacen moverse a la gente y que ponen bastante nerviosos a los políticos, y como se suele decir, al que le pica, ajos come.
En el caso de los desahucios, la plataforma 'Stop Desahucios' ha evitado algunos desalojos con sus actuaciones en Álava. ¿El ciudadano es consciente de la fuerza de las protestas en la calle?
Yo creo que cada vez más. Está habiendo un repunte de las protestas en la calle, la gente está más que harta de todo esto. Necesitamos expresar la rabia, superar la impotencia y este sentimiento de ser tan poca cosa ante el gigante. Protestar, solidarizarnos y ayudarnos unos otros son nuestras únicas armas.
Garoña también está en el ojo del huracán. La polémica instalación contempla la posibilidad de ampliar su vida útil. Los alaveses continúan haciendo numerosas manifestaciones para exigir el cierre inmediato. En su opinión, ¿en este caso la voz de los ciudadanos tendrá efecto?
Pues creíamos que había sido así pero siguen mareando la perdiz y jugando con el futuro de la gente. Sabiendo que no cumple las condiciones necesarias, que es una locura, que no es el camino, esperemos que en un futuro cercano le entre a alguien el juicio y cierren al central de Garoña de una vez por todas.