lA Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi, Shesa, realizará durante el próximo ejercicio estudios ambientales de varios pozos de fractura hidráulica incluidos dentro del proyecto Gran Enara "con el fin de cubrir la eventualidad de una Declaración de Impacto Ambiental desfavorable para los dos primeros". Esos dos primeros sondeos a los que se hace referencia en el proyecto de Presupuestos del Gobierno Vasco para 2014, al que ha tenido acceso este diario, son los de Subijana, paralizados por el Ayuntamiento de Vitoria en 2012 al denegar a la sociedad pública la licencia de actividad.
El 9 de agosto de aquel año, una firma de la concejala de Medio Ambiente, Idoia Garmendia, dio al traste con la punta de lanza de la implantación del fracking en Euskadi. Las licencias para excavar los dos pozos fueron denegadas después de que Shesa rechazara aportar la abundante documentación que pidió el Consistorio sobre el proyecto, por recomendación de sus técnicos medioambientales, y ante las dudas generadas en torno a la repercusión que estos pozos podían tener sobre el entorno medioambiental. La ubicación elegida, además, estaba dentro del área de influencia de los Montes de Vitoria, que el Ayuntamiento quiere declarar Parque Natural.
El proyecto se desmoronó; había que comenzar de nuevo desde el principio. Shesa movió el emplazamiento dos centenares de metros y tuvo que iniciar de nuevo todo el proceso administrativo ante el Gobierno central. Ello suponía realizar nuevos Estudios de Impacto Ambiental, ahora a punto de concluir, y sobre los que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente debería pronunciarse, según el pronóstico de la propia Sociedad de Hidrocarburos, a mediados de 2015.
Ahora Shesa, como señala el proyecto presupuestario del Ejecutivo autonómico para el próximo ejercicio, trabaja en un plan b para reaccionar ante una posible negativa del Ministerio. En el territorio alavés hay otras cinco ubicaciones señaladas en el mapa por Shesa y sus dos socios estadounidenses, Heyco y Cambria, para perforar estos sondeos preliminares que deben dar una estimación aproximada de cuánto gas hay en el subsuelo del territorio alavés.
Una está en el entorno de Mandojana, junto al aeropuerto de Foronda; otra está en Matauko, otra más en Subijana Morillas, y otras dos en Kuartango, cuyos vecinos se han pronunciado hace escasas semanas en contra de la fractura hidráulica mediante una consulta popular en sus concejos.
Además, el proyecto Gran Enara contempla la posibilidad de excavar otros cuatro pozos exploratorios en la provincia de Burgos, y para ello, durante el primer semestre de 2014, según el documento del Gobierno, se terminarán los estudios de impacto ambiental correspondientes para entregárselos al Ministerio y esperar su pronunciamiento.
mercado y resultados Shesa contará en el año 2014 con una aportación del Ente Vasco de la Energía de 8,243 millones de euros para financiar sus inversiones, de los cuales 8,157 millones irán parar a la gestión de diversos permisos de investigación. No se trata sólo de las actividades relativas al proyecto Gran Enara. Shesa trabaja en varios frentes, tanto relativos a la fractura hidráulica como a la búsqueda de gas mediante métodos convencionales. En ese sentido, el EVE, del que depende Shesa, apuesta en 2014 por "ser el aliado público de referencia para cualquier iniciativa de envergadura que se realice en la Comunidad Autónoma del País Vasco en materia energética", deja clara su "vocación de orientación al mercado y a resultados", y afirma que en los próximos años se trabajará con distintas tecnologías, como la biomasa y geotermia, el vehículo eléctrico o la búsqueda de gas natural. Además, el EVE dice "mantener la voluntad de autofinanciarse" al margen del erario público, y en ese sentido Shesa prevé vender en 2014 tres millones de euros en gas.
La propia Sociedad de Hidrocarburos explica que "ha desarrollado una intensa actividad de promoción para atraer nuevas compañías petroleras al área. Para ello -continúa- se ha formado una base de datos que recoge la mayor parte de la información obtenida en trabajos previos de exploración y explotación llevados a cabo".
¿Cuánta de esta actividad tiene que ver con el fracking? Es difícil saberlo. Al margen de los dos pozos de Subijana -y sus alternativas, si es que éstos terminan por resultar inviables desde el punto de vista administrativo-, en el resto de iniciativas en las que participa Shesa no siempre se especifica qué técnicas se van a utilizar. No es el caso del proyecto Viura, en el que Shesa trabaja en La Rioja, una prospección ya prácticamente en marcha -en 2014 se espera contar con los primeros test de producción-, que prevé la extracción de gas natural mediante métodos convencionales, y según Shesa así será también en el permiso Saia, que abarca al Valle de Ayala y la zona de Basauri y Galdakao. Sin embargo, la plataforma Fracking Ez Araba considera que la ausencia de garantías de que no acabará utilizándose la fractura hidráulica supone un peligro a medio plazo. En el año 2014, la sociedad Shesa diseñará un pozo exploratorio en el permiso Saia y preparará su correspondiente Estudio de Impacto Ambiental con el fin de iniciar su tramitación en busca de una Declaración de Impacto Ambiental favorable.
La sociedad pública también espera la autorización para perforar el año que viene o en 2015 un pozo exploratorio del permiso Fulmar, junto a la plataforma de La Gaviota, en la costa vizcaína; y terminará la construcción de una planta de tratamiento de gas correspondiente al permiso Cameros 2 y Ebro A. En cuanto a los permisos Ebro B, C, D, y E, Shesa llevará a cabo diversos trabajos geoquímicos.
Por otro lado, el proyecto presupuestario para la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) prevé proseguir con "los trabajos preliminares en evaluación del interés de diversas zonas de las recogidas en el catálogo de áreas prospectivas para su posterior presentación a otras compañías". En ese sentido, explica Shesa, "se está a la espera de la resolución administrativa en relación con un bloque de permisos solicitados en el año 2011. De obtenerse el otorgamiento -señala el documento-, se realizarían estudios geoquímicos, de interpretación de datos sísmicos antiguos y de establecimiento de líneas base".
la tasa de carbono La inversión en el fracking, una práctica masiva en países como Estados Unidos, que se extiende rápidamente por todo el planeta como alternativa a la transición a las renovables, y que ha cosechado un importante rechazo social allí donde se ha implantado -sobre todo, en diversos Estados de los Estados Unidos y en países europeos-, despertó desde su mejora tecnológica una gran ilusión entre la industria de los combustibles. De pronto, miles de yacimientos hasta hace poco sin interés para la industria -como Vaca Muerta, en la República de Argentina- ofrecían un gran potencial, tanto en el ámbito del petróleo como en el del gas.
Enara también forma parte de ese big bang de la fractura hidráulica. Sin embargo, el último informe de la EIA, también adelantado por este periódico, la Administración de Información sobre la Energía (Energy Information Administration) del Gobierno de Estados Unidos, estima que el yacimiento vasco sólo presenta una tasa orgánica de carbono del 1%, cuando el mínimo para ofrecer rentabilidad es el 2%.