los 1.700 metros cuadrados, distribuidos en 17 amplias salas, que configuran el Museo Etnográfico de Artziniega -gestionado desde 1984 por la asociación local Artea- cobrarán vida el domingo por la mañana con la presencia de artesanos que realizarán sus trabajos delante del público asistente como si el tiempo se hubiera parado en los años 50. Lo harán porque se celebra una jornada en la que las profesiones y oficios que componen este espacio expositivo saldrán de su letargo para recuperar formas de vida y trabajo perdidos en el tiempo.

Los apicultores extraerán miel y cera de paneles, algunas mujeres se dedicarán a tejer en la sastrería, el herrero dará forma a varias herraduras destinadas a animales en la fragua, y la espectacular botica estará atendida por una farmacéutica que enseñará a preparar medicinas naturales y ungüentos. Además, un carpintero enseñará a reparar muebles, un maestro invitará a las personas asistentes a estudiar en una clase donde se escribe con tinta y pluma; y todo el público podrá saciar el apetito con la comida que se elaborará en la cocina de leña, rodeados de músicos, tenderos, animales vivos, molineros o queseros.

"Nuestro museo se convertirá por un día en un pueblo lleno de vida, donde nuestros mayores podrán recordar sus vivencias y los jóvenes disfrutar de unas formas de vida que forman parte de nuestras raíces", explica Mateo Lafragua, miembro de la asociación que ha logrado hacer del espacio un museo referencia en todo Álava y Euskadi.

El inmueble -ubicado en las antiguas escuelas de la localidad tras la ampliación que experimentó en 2004- está dedicado a recuperar las tradiciones, historias y costumbres del pasado. Todas sus salas recrean muchas de las profesiones y oficios que se llevaron a cabo en el día a día de un pasado reciente. "Ahora mismo estamos trabajando para realizar una carbonera en el exterior del Museo, de la que se informará puntualmente", adelanta Lafragua.

Además, el público puede disfrutar entre sus muros del despacho del antiguo Ayuntamiento, de una clase con pupitres, pizarra y de todo tipo de material en la que estudiaron muchos habitantes del lugar. Tampoco faltarán una herrería, la carpintería, la antigua farmacia o la tienda-bar donde muchos vecinos pasaron sus ratos de ocio. La muestra se completa con otros 2.000 metros en su exterior, donde una construcción moderna acoge exposiciones temporales y un anfiteatro al aire libre da cabida a diversas representaciones. Una de ellas, a las 20.00 horas del sábado, será el recital poético que acercará el grupo Poetalia. La próxima cita será el 23 de noviembre con una txarriboda, en la que se escenificará la matanza del cerdo y la elaboración de viandas.

Jornadas históricas Otro punto del Valle de Ayala que ofrecerá la oportunidad de viajar al pasado este fin de semana es Respaldiza. Y es que el salón de conferencias del Ayuntamiento ayalés se va a convertir, a lo largo de los cuatro próximos sábados, en la sede de la XIV edición de las Jornadas Históricas de Ayala, organizada desde la asociación cultural Aunia y el Ayuntamiento para dar a conocer un poco más la historia que rodea al valle. Se empezará con una visita guiada a las torres de Negorta y Ureta, ubicadas en Zuaza y Llanteno. La iniciativa partirá a las 10.00 horas del Consistorio. En ella el historiador y director del Museo Eleiz, Juan Manuel González Cembellín, descubrirá si se trata de torres medievales o palacios renacentistas.

Las siguientes citas serán, a las 18.30 horas de los sábados 16 y 23 de noviembre, y consistirán en charlas sobre la primitiva distribución territorial de Los Seles, a cargo del director de la fundación Asmoz de Eusko Ikaskuntza, Luis Mari Zaldua Etxabe; y las aportaciones que sobre la romanización de la comarca ayalesa ha traído el yacimiento de Elexazar, de la mano del historiador y arqueólogo ayalés, Juanjo Hidalgo. El ciclo culminará a la misma hora del 30 de noviembre con una conferencia sobre historias de la castaña en Euskal Herria, que contará con el historiador Alberto Santana.