Laudio. UNA jaima saharaui en la que tomar té, degustación de chocolate peruano, música ecuatoriana y gran diversidad de talleres en los que tanto te tatuaban con henna o te enseñaban a confeccionar pulseras con motivos incas, como te realizaban un elaborado peinado africano o te pintaban las uñas. Fueron algunas de las atracciones que acompañaron ayer, en la Herriko Plaza de Llodio, la VII Feria de la Solidaridad del municipio. Se trata de vecinos, de diferentes etnias y culturas, que sacan a la calle actividades artesanas, enfocadas principalmente a la población escolar, con las que pretenden hacer visible ante la ciudadanía una parte de su acervo cultural, y promover el intercambio de experiencias mediante la exposición pública de sus tareas.
Junto a ellos se encontraban 15 organizaciones no gubernamentales para el desarrollo (ONGD) y de colectivos sociales que trabajan en el ámbito de la cooperación y la solidaridad, en cuyos puestos expusieron los programas y actividades que desarrollan en muchos países del mundo, a fin de despertar la conciencia ciudadana en materia de colaboración con las poblaciones más desfavorecidas del planeta, "dando a conocer las realidades de otros países y comunidades que necesitan de nuestra ayuda, sin olvidar el problema de crisis que tenemos aquí", explicó a DNA Carmen Biaín, de Medicus Mundi. Considera que "el abismo entre ricos y pobres es cada vez mayor. Los datos de 2012 hablan por sí solos: un millón de personas se unieron a la población mundial de grandes fortunas, lo que supone un aumento del 9,2%. Por el contrario, en Europa, el riesgo de pobreza y exclusión social afecta al 24,2% de la población, y en Euskadi al 19,9% que equivale a 435.000 personas". A su vera, Jon González, coordinador de las ONGD de Álava, informó de que habían acudido un año más a la cita, invitados por el área de Bienestar Social del Ayuntamiento, "para seguir reivindicando el fin de la pobreza y las desigualdades, avanzando hacia nuevos modelos de vida que buscan el reparto equitativo de la riqueza, el respeto al medio ambiente, la equidad de género y una vida digna para todas las personas".
Escolares implicados Un asunto que se tomaron muy en serio los escolares de los colegios Lamuza y Latiorro, que protagonizaron un novedoso pasacalles por el centro urbano, portando pancartas y proclamando consignas por los derechos que tiene toda la humanidad, sin distinción, a una sanidad, educación, vivienda y trabajo dignos.
Mientras tanto, el alumnado del instituto Laudio organizó una ruta solidaria en la que tomaron parte muchos escolares. "Hay que pasar por cuatro puestos de diferentes organizaciones y preguntar qué hacen, cuáles son sus campañas o en que países trabajan; qué quieren cambiar de este mundo y cómo quieren hacerlo. Luego tienen que venir aquí con lo recopilado, y les ayudamos a crear una chapa con su compromiso individual para acabar con la pobreza", apuntan los chavales al frente del puesto.
Y es que ése es el objetivo del día: concienciar a infancia y juventud de los males del planeta para que, a futuro, todos vivan en un mundo más justo. La cita también sirvió de plataforma de lanzamiento de la campaña Salarios dignos que Ropa Limpia llevará a cabo durante los tres próximos años para mejorar las condiciones laborales en la industria textil, principalmente, en Asia y África. "Todos tenemos la necesidad de vestirnos, pero es bueno reflexionar sobre a quién o no favorecemos con la ropa que compramos".