Vitoria. Receta del jueves universitario perfecto: medio litro de estudiantes de todas las universidades de Euskadi dispuestos a olvidarse de los libros por unas horas, dos partes de ganas de fiesta hasta el amanecer y un chorrito de viernes no laborable. Sírvase mezclado, no agitado, y bébaselo de un trago hasta que el concepto carpe diem quede marcado a fuego en la garganta. La resaca está asegurada.

El cóctel que muchos jóvenes vascos llevan tiempo esperando a probar está a punto de ser servido. Mañana por la noche, Vitoria se convertirá en la capital de la fiesta universitaria fruto de la convocatoria espontánea de un grupo de chicos y chicas a través de las redes sociales. No se trata de ninguna celebración concreta. No es un concierto ni una fiesta organizada por algún local o sala de fiestas. Es, simplemente, ganas de divertirse elevadas al cuadrado y multiplicadas por cientos de universitarios a través de Twitter, Facebook o Tuenti. El hecho es que, mañana por la noche, los jueves universitarios cobrarán una nueva dimensión en la capital alavesa con la llegada de cientos de estudiantes procedentes de facultades de Leioa, Sarriko, Deusto, Donostia o Mondragón. Muchos se acercarán por su cuenta, pero otros lo harán incluso en autobuses organizados para la ocasión.

Sin ir más lejos, un grupo de estudiantes de Bilbao ya había llenado ayer 145 de las 175 plazas de autobuses que tenían disponibles, y esperaban no tener demasiados problemas para completarlos hoy entre los más rezagados. En función del lugar de partida, los precios de algunos de estos autobuses oscilan entre seis y ocho euros, llegando a Vitoria mañana por la tarde y partiendo de vuelta el viernes por la mañana en plena gaupasa.

De esta forma, los jóvenes que se acerquen a la capital alavesa se unirán a los cientos de personas que ya acostumbran a salir de fiesta los jueves como parte de esas noches universitarias que tantas anécdotas acumulan a lo largo de la carrera. Además, teniendo en cuenta que el viernes es día festivo en todas las provincias vascas -se celebra el día de Euskadi- la noche de mañana parece haber situado las expectativas por todo lo alto para los que se animen a dar una vuelta por el pintxo-pote de la calle Gorbea, la zona de las Universidades, el Casco Viejo o los distintos locales en los que continuar charlando amigablemente con una coca-cola hasta que el cuerpo aguante.

La presencia mañana en la capital alavesa de una cantidad de universitarios difícil de determinar sería imposible de entenderse sin las redes sociales, donde la convocatoria ha ido creciendo de forma exponencial a lo largo de esta semana hasta transformarse en un acontecimiento que nadie está dispuesto a perderse. Ahora sólo queda esperar que aquellos que mañana se animen a salir por la noche se lo pasen tan bien como esperan y la cita cumpla con lo prometido. Al menos por esta vez, nadie podrá decir que las noches de Vitoria no son, como diría Barney Stinson, legendarias.