NO basta con parecerlo, sino que, además, hay que demostrarlo. Y ése es el objetivo que se ha marcado el sindicato agrario UAGA, que lleva todo el año trabajando para conseguir una certificación de calidad para su programa de temporerismo. En concreto, se está trabajando en la implantación de la norma UNE-EN ISO9001-2008, que será certificada por la empresa AENOR, tras auditar las campañas de vendimia y patata de este año.

Con este sello de calidad, UAGA persigue diferenciarse de otro tipo de prácticas, como la subcontratación. Además, se quiere ofrecer tanto a las explotaciones agrarias como a bodegas participantes la posibilidad de diferenciarse a través de este compromiso social, al tiempo que se garantiza a los temporeros y a los organismos gestores e inspectores el cumplimiento de la normativa vigente.

Con el programa, UAGA busca evitar la subcontratación, cubrir las necesidades de personal profesional, dignificar el trabajo temporero, a través de la mejora de alojamientos, condiciones de trabajo y formación, y crear cauces de solidaridad entre el colectivo de agricultores y temporeros. Para lograrlo, desde la dirección de la organización se considera necesaria la implantación de una política de calidad en esta materia con la que puedan diferenciarse de las formas de contratación vinculadas a la subcontratación, garantizar a explotaciones agrarias y bodegas participantes en el programa el cumplimiento de la legalidad, además de un trato digno, garantizar a los organismos gestores e inspectores en el orden sociolaboral el cumplimiento de la normativa vigente en la materia. Y publicitar a la sociedad, en general, la problemática del temporerismo para que sea capaz de valorar, desde una visión crítica, y actuar en consecuencia y ofrecer a las explotaciones agrarias y bodegas participantes la oportunidad de diferenciación a través del compromiso social.

Recientemente Álava, a través de sus organizaciones agrarias y de los empresarios relacionados con el sector primario han puesto en marcha el primer convenio colectivo para los temporeros que se firma en el Estado, y donde se establecen los salarios, pero también otros derechos y obligaciones que dignifican las acondiciones de trabajo de este colectivo que acude cada año a trabajar a las campañas del campo.