vitoria. Apenas hubo novedades en la presentación general del acuerdo presupuestario PP-PNV que realizó ayer en comisión el alcalde de Vitoria. El pescado ya estaba vendido desde hace veinte días, cuando Javier Maroto y Gorka Urtaran escenificaron su alianza en la sala de prensa. Una vez más, se oyó al primero poner en valor los pactos entre diferentes, la duplicación de las partidas destinadas a empleo y la puesta en marcha de inversiones estratégicas pendientes del municipio, mientras el segundo insistía en su lema de hacer política de otra manera mediante un acuerdo "con el que gana Gasteiz". Un día de la marmota en toda regla, sólo roto por algún dato fresco: la aprobación definitiva de las Cuentas el próximo 12 de abril y los 1.930 puestos de trabajo que, según el equipo de gobierno, se van a crear este año con la ejecución de las grandes obras.

A Maroto le sale ese número de los 350 empleos que según él va a generar de aquí a 2015 la construcción de la estación de autobuses (148 directos y 202 indirectos), los 341 de la reforma del Europa (153 directos y 198 indirectos), los 140 de la Avenida (105 directos y 35 indirectos), los 280 del centro cívico de Salburua (120 directos y 160 indirectos), los 221 del de Zabalgana (96 directos y 125 indirectos), los 82 de la haurreskola de Mariturri (36 directos y 46 indirectos) y los 506 de las oficinas de San Martín (220 directos y 286 indirectos). El PSE y Bildu recelaron, y los abertzales se preguntaron por qué no se saca la cuenta de todos los trabajos "que se pierden". El Presupuesto tiene 23 millones de euros menos que el año pasado (40 menos si se incluyen las sociedades públicas), "y si hay recortes hay impacto en el empleo".

El PP, sin embargo, avala tanto la dinamización de la actividad económica como, por ende, el dinero para materializar las inversiones. Los ingresos más importantes incluyen los 24,7 millones de euros de las vacaciones fiscales, 1,715 transferidos de Amvisa, 2 millones presupuestados de la venta de plazas de garaje en el Iradier Arena y otros 2 de la subasta de la vieja sede de la Agencia de Revitalización Histórica. Los dos primeros conceptos están garantizados. Los dos segundos, puede que no tanto. El año pasado, el Ayuntamiento no logró vender ni un euro de lo que se conoce como patrimonio municipal del suelo (PMS), y en esta ocasión dentro de Ensanche 21 se contemplan 21 millones en ingresos por esta vía. El gobierno, no obstante, se mostró seguro de poder alcanzar todos sus objetivos. Y eso que la intención es construir la haurreskola de Mariturri con dinero del PMS.

"Lo que diferencia a Vitoria de otros ayuntamientos es la promoción del empleo y la colaboración con agentes sociales y programas para ser una antena que palpe y cubra esta necesidad", subrayó Maroto, quien también recordó cómo este acuerdo no sólo ata las Cuentas de este año sino otras inversiones estratégicas que debían pasar por el Pleno. Ha sido "la responsabilidad del PNV", dijo, la que ha permitido con menos recursos "ordenar prioridades" y confeccionar un documento que permite "construir el proyecto de Vitoria". El portavoz nacionalista, por su parte, destacó que la primera cifra que pone este acuerdo presupuestario sobre la mesa "son los más de 260.000 habitantes de Gasteiz"; la segunda, "las 21.686 personas paradas"; y la tercera, "los 244 millones de euros" de un Presupuesto "que no es el mejor pero sí el mejor que se ha podido presentar". Urtaran resaltó el protagonismo que tendrá el tercer sector, el mantenimiento de la calidad de vida con "el incremento de las políticas de igualdad, de personas mayores, infancia y exclusión residencial", así como la atención prestada a Salburua y Zabalgana, los barrios de oro, la zona rural y el Casco Viejo.

Destacadas las bondades, el líder municipal jeltzale advirtió de que el acuerdo no impedirá que el PNV siga ejerciendo su labor fiscalizadora como partido de la oposición. "Vamos a ser responsables, pero firmes", sostuvo Urtaran. Parece que ese lema también se lo quiere aplicar el PSE. El portavoz socialista, Patxi Lazcoz, consideró "un éxito" el pacto presupuestario, tras "el fracaso" que supuso la prórroga del año pasado, y anunció su intención de realizar aportaciones a lo largo del proceso de tramitación de las Cuentas. Ayer ya hizo un primer planteamiento: obligar a las subcontratas a las que se les ha adjudicado una obra o a las que vayan a tener una relación con el Consistorio a reducir el tiempo de pago. "Ahora puede llegar a 300 días, respecto a los 30 del Ayuntamiento", advirtió el edil.

El tono guerrero llegó desde Bildu. El concejal abertzale Antxon Belakortu cree que este es "el Presupuesto del recorte y del engaño". La previsión de ingresos por PMS es una de las "mentiras" que ve, así como los datos de generación de empleo o la afirmación de que suben las partidas sociales. Esta semana, cuando se desgranen las Cuentas por departamento, la realidad dirá.