vitoria. El acuerdo presupuestario obliga al gabinete Maroto a buscar un hueco para las trabajadoras subcontratadas de SIC que tras Semana Santa serán sustituidas en las ventanillas de la atención ciudadana de los centros cívicos por funcionarios. Y en ésas está. Su intención, a priori, es mandarlas allí donde se necesite un refuerzo ya sea porque se pone en marcha una campaña informativa concreta o un departamento requiera de ayuda complementaria en un momento dado para evitar que se alarguen las colas. Es la explicación que ayer dio el alcalde, después de las críticas lanzadas desde las filas del PSE y Bildu por lo que ha acabado pareciendo, más que la solución a la supervivencia de esos veinte puestos de trabajo, "un parche" para calmar el conflicto por un año y facilitarse las cosas con los jeltzales.
El caso es que finalmente el equipo de gobierno no ahorrará esos 500.000 euros que, según sus cálculos, suponía prescindir de estas subcontratadas. Y, al mismo tiempo, tendrá que pagar los complementos de los oficiales de control que se están preparando para asumir con su nueva cualificación las labores que hasta ahora realizaban las trabajadoras de SIC. Para quien tanto presume de rigor económico, la fórmula suena a incoherencia, pero Maroto no dudó en defenderse. "Lo sería si hubiera una duplicidad de funciones, pero de lo que se trata es de que realicen tareas de refuerzo", subrayó el primer edil, aunque no dejó muy claro quiénes operaban hasta ahora como ese soporte extra, si es que alguien lo hacía o si era necesario que alguien lo hiciera.
Lo que sí dejó meridianamente nítido es que las decisiones que adopte se tomarán "siempre de acuerdo con el PNV", por ser socio presupuestario y el responsable de que las trabajadoras subcontratadas de atención ciudadana en los centros cívicos puedan al menos respirar durante este año. Asimismo, Maroto aseguró que la recolocación también se hará "en entendimiento con las trabajadoras" afectadas. Tras más de 50 días de huelga, tras manifestaciones, actos de protesta y reuniones, el alcalde quiere que la nueva situación de normalidad y de buenas relaciones se mantenga hasta que finalice el ejercicio.