VITORIA. Siguen las críticas por la renovación obligatoria de la tarjeta BAT por tres euros a los cuatro años de su adquisición, pero el ejecutivo Maroto tiene clara su postura. Ya la escenificó la semana pasada junto al PNV, cuando ambos grupos rechazaron la propuesta del PSE y Bildu, quienes haciéndose eco de las quejas ciudadanas planteaban exigir al Gobierno Vasco la reposición gratuita de la txartela y la devolución del dinero a los usuarios que ya hubieran pagado, más aún ahora que están a punto de desaparecer las tarjetas monedero del urbano, lo que obligará a sus propietarios a adquirir la BAT para usar el transporte público. Y ayer, el alcalde volvió a ratificarse, acusando además al anterior gabinete socialista de haber provocado el conflicto "por no haber explicado entonces las condiciones" de este bono.

"Si nos retrotraemos cuatro años atrás, habría que preguntar por qué quien estaba entonces no dijo que la tarjeta BAT caducaba a los cuatro años", recriminó. Por eso, Maroto criticó la postura del PSE en el pasado consejo de Tuvisa, así como la de Bildu. Según advirtió el primer edil, en Donostia, ciudad liderada por la coalición abertzale, no sólo hay que renovar la txartela pasado ese periodo de tiempo, sino que además los usuarios han de pagar "cinco euros". También es cierto, no obstante, y esto no lo dijo, que en la capital guipuzcoana la BAT ofrece servicio de transporte público comarcal, cosa que en Álava todavía no sucede.

Además, Bildu asegura que en el consejo de Tuvisa de la semana pasada el propio gerente de la sociedad municipal de transporte público reconoció que "las tarjetas se pueden reprogramar para que duren más". No es, sin embargo, la opinión del gabinete Maroto. El alcalde defendió la extinción en cuatro años por ser "el plazo en el que se considera que una tarjeta es segura". Además, aplaudió la posición del grupo municipal del PNV, la cuál calificó como "responsable".