vitoria. Trece días han transcurrido desde que Javier Maroto y Gorka Urtaran anunciaron su acuerdo presupuestario. Un espacio de tiempo en el que ha habido cabida para la polémica, a propósito del plan unilateral del gobierno para cerrar centros cívicos en verano al que luego tuvo que dar marcha atrás por no estar consensuado con la formación nacionalista. No obstante, parece que ya no habrá más sorpresas ni desencuentros. El alcalde presentará el próximo lunes las Cuentas de 2013, definidas ya al cien por cien con el PNV. Y a partir de ese mismo día y hasta el miércoles, serán desgranadas departamento por departamento para su debate con todos los grupos municipales del Consistorio.
El alcalde explicó la tardanza en la presentación del Presupuesto por la decisión de acompañarlas del informe de Intervención y para poder definir los últimos flecos técnicos pendientes. No hubiera hecho falta esperar a ese documento, pero es lo que Maroto ha querido. Además, su intención ahora es que para cuando se aprueben de forma definitiva las Cuentas, en torno a abril, se puedan empezar a ejecutar los proyectos contemplados. "Vamos a preparar ya todos los expedientes que necesitan partida presupuestaria en materia de empleo, cooperación al desarrollo, inversiones y otros ámbitos mientras está en vigor la prórroga para luego ejecutar el acuerdo de forma rápida y eficaz", explicó ayer el dirigente gasteiztarra, en su habitual rueda de prensa de los lunes.
La lista incluye inversiones tan esperadas como las que se financian con los fondos europeos Urban en el Casco Viejo y que afectan, por ejemplo, al polideportivo de El Campillo o el colegio. También en ese pack se incluyen los nuevos centros cívicos, obras en la zona rural, la segunda fase de la Avenida, las partidas destinadas al empleo o la construcción del Gasteiz Antzokia. Son todas cuestiones que aparecen en el acuerdo PP-PNV, a la espera de aquellas procedentes de otros grupos que puedan llegar a colarse en el Presupuesto definitivo una vez finalice el debate.
El PSE y Bildu dispondrán de quince días para presentar alegaciones, luego llegará la aprobación provisional de las Cuentas, después el mes para alegaciones particulares y un nuevo debate en comisión para la ratificación definitiva en el Pleno. La coalición abertzale, no obstante, ya criticó ayer que el impasse actual por haber buscado hace dos semanas "el impacto mediático" le ha impedido "trabajar sobre algo que no nos han presentado". Una "falta de respeto".