Vitoria. Se acerca el intento de solución a una de las demandas históricas de la zona rural de Vitoria: disponer de un servicio de transporte público que conecte los concejos con la ciudad y viceversa. En la primera quincena del próximo mes de marzo, arrancará la esperada prueba piloto, consistente en un sistema a demanda. El consejo de Tuvisa aprobó ayer la iniciativa, que será asumida finalmente por la empresa Autobuses Cuadra, gracias a una flota de doce vehículos con más de ocho plazas cada uno y adaptados todos ellos a posibles usuarios con necesidades especiales de movilidad.
Antes del comienzo de este nuevo servicio, los concejos recibirán información detallada sobre sus condiciones, así como los trámites necesarios para poder hacer uso de este sistema. Grosso modo, los usuarios deberán solicitar el viaje a través de una centralita desde donde se organizarán los desplazamientos. Dependiendo de las necesidades, varias personas podrían compartir el mismo.
El transporte a demanda conectará los pueblos con el casco urbano de Vitoria y dejará a sus usuarios no sólo en las paradas de Tuvisa, sino también en el centro de salud de referencia de cada zona, una de las peticiones concretas que se habían realizado desde la Asociación de Concejos de Vitoria. Según el pliego de condiciones que se aprobó en agosto del año pasado, el precio por viaje será de 1,50 euros, con bonificaciones del 20% para familias numerosas y del 50% para las especiales. Un desembolso que incluye el transbordo con los autobuses urbanos.
De lunes a viernes, el servicio arrancará de Gasteiz a las 7.15 y concluirá a las 22.00 horas. En sentido opuesto, saldrá de los concejos a las 7.30 hasta las 22.15 horas. Los horarios se reducirán los sábados, domingos y festivos: de 10.45 a 22.00 horas con salida desde Vitoria y de 11.00 a 22.45 horas con salida desde las entidades locales. Sobre esta base, los usuarios habrán de avisar con al menos 30 minutos de antelación para organizar los desplazamientos.
La prueba piloto estará en vigor hasta que se acaben los 192.900 euros (sin IVA) que se presupuestaron ya el año pasado. Una vez que se agote la cuantía, el Ayuntamiento gasteiztarra valorará el proyecto y decidirá si la medida sigue adelante. No es casualidad que haya costado tanto buscar una solución a esta carencia histórica de los pueblos. El Consistorio siempre ha hablado de la dificultad de dar con un servicio flexible y que, a la vez, no fuera demasiado costoso para las arcas públicas.