vitoria. La oposición quiere echar el freno a los cambios que ha planteado el equipo de gobierno en torno al 010 y las oficinas de atención ciudadana. PNV, PSE y Bildu han presentado una iniciativa conjunta en la que piden al ejecutivo que pare de forma "inmediata" el proceso iniciado para reducir los recursos humanos de este servicio y, en su lugar, plantean que se estudien estas funciones y, en su caso, cómo reformularlas. La medida será debatida en el Pleno de este viernes. Y, mientras, las concentraciones de los trabajadores afectados por estos cambios continuaron ayer en puntos como la Plaza Nueva.
"Esto nos pasa con un gobierno facha" fue una de las consignas que se escucharon ayer, mientras los pitidos de la plantilla podían escucharse en la Casa Consistorial. Las trabajadoras -ellas son mayoría en estos servicios de atención ciudadana- continuaron movilizándose en la calle, en zonas como la calle Dato o frente a las oficinas municipales de Olaguíbel, y en las redes sociales. Así fue el noveno día de huelga, tras pancartas en las que estas empleadas subcontratadas por el Consistorio denuncian que el plan del gabinete Maroto pone en peligro 40 puestos de trabajo.
Las empleadas denunciaron recientemente que la intención del ejecutivo era que, desde la próxima primavera, gran parte de sus funciones pasaran a ser cubiertas por oficiales de control en los centros cívicos, algo que en su opinión supondría un claro descenso en la calidad del servicio, ya que unas veinte personas pasarían a una bolsa de trabajo para cubrir sustituciones. Las empleadas dudaron de la viabilidad de esta salida. El teléfono 010 surgió en 1994 para atender las quejas y dudas de los ciudadanos, y las oficinas de atención al ciudadano se instalaron en los centros cívicos para evitar que los vecinos tuvieran que desplazarse al centro para solventar su trámites con el Consistorio. El servicio, siempre subcontratado -en la actualidad, depende de la empresa Servicios Informáticos y Consulting-, creció hasta contar con unas 40 personas. Al Ayuntamiento le cuesta unos 1.167.000 euros al año.
La tensión ha acabado en huelga, en principio convocada hasta el próximo 31 de marzo. Por el momento, el ejecutivo ha explicado que su idea pasa por mantener el personal del 010 y la oficina de Olaguíbel, pero cubriendo los veinte puestos de la red cívica con funcionarios. Una cuestión de ahorro, según alegó el alcalde.
Y la oposición se ha unido para plantear una alternativa. PNV, PSE y Bildu dieron a conocer ayer una moción conjunta en la que instan al ejecutivo local a que paralice ya el proceso para reducir el personal de atención ciudadana. Su propuesta es crear un grupo de estudio -en el que se podrá solicitar la presencia de personal técnico municipal, el comité de trabajadores del Ayuntamiento, así como de los propios trabajadores del 010 y servicios similares- que analice y, en su caso, reformule este modelo. El tirón de orejas al primer edil es claro, puesto que pide que se frenen los pasos dados hasta ahora y los siguientes se realicen con diálogo.
El asunto se debatirá en el pleno de este viernes. También está previsto, según adelantaron desde la oposición, que una representación de los trabajadores del servicio intervenga con un turno popular. Otra cuestión por resolver es cómo sería el resultado final de reformular este servicio, hasta el momento un referente en las relaciones entre la ciudadanía y el Ayuntamiento de Vitoria. Pero, por el momento, los grupos han atendido la llamada de atención del 010.