Vitoria. Ha costado encontrar relevo a Javier Otaola, defensor vecinal de Vitoria hasta hace dos meses. El alcalde se enrocó desde el principio en una única persona: Idoia Martínez Peñalba, quien trabaja al frente de la Secretaría General del Pleno. Los grupos de la oposición nunca dudaron de que esta mujer reunía las condiciones para ser Síndico, pero vieron en la decisión de Javier Maroto una estrategia para poner al frente del cargo vacío a una persona de su cuerda. Así que comenzó el brainstorming: si el PNV, PSE y Bildu daban con el perfil adecuado antes del día 30 de noviembre, fecha tope para elegir candidato, habría elegido, ya que era suficiente con que tres de las cuatro formaciones del Consistorio estuvieran de acuerdo. Y eso es lo que ha sucedido. O mejor, porque Javier Maroto también ha dado su visto bueno a Martín Gartziandia.
Es una buena noticia: de no haberse logrado un acuerdo, el resultado habría sido la supresión de esta figura. Además, no va a costarle nada al Ayuntamiento, la exigencia principal del primer edil. "Era preciso que tuviera un profundo conocimiento de la casa, dominara las dos lenguas y, sobre todo, no supusiera ni un euro adicional a las arcas públicas", dijo ayer Maroto, después de conocer y aceptar el acuerdo de la oposición.
En la era Otaola, el Ayuntamiento gastaba 300.000 euros al año entre el alquiler del local del edificio Ópera -cuyo contrato no se va a renovar-, la nómina del defensor vecinal y los sueldos de las tres personas que trabajaban con él. Gartziandia no recibirá ninguna retribución extraordinaria, formará equipo con empleados municipales y operará en un local propiedad del Consistorio. El nuevo Síndico, como hombre austero que es, está de acuerdo con todas las condiciones, aunque sí tiene una petición: que la oficina esté fuera de las estructura física de las dependencias municipales "para que se perciba nuestra independencia".
El alcalde no quiso entrar a valorar a Gartziandia, pero sí que se atribuyó en parte la elección. "Estaba en la lista que pasé a la oposición", dijo. Unas palabras que volvieron a avivar la polémica. Los grupos le acusaron de mentir, ya que la única lista que el PP hizo era para el cargo de secretaria general del Pleno, con la idea de poner a Martínez de Peñalba al frente del Síndico. "Se ha demostrado que desde la imposición no se puede gobernar", criticó el portavoz del PNV, Gorka Urtaran, tras poner en valor al elegido. El líder del PSE, Patxi Lazcoz, destacó una frase que el mismo Gartziandia les transmitió en una reunión previa: "me gusta estar a pie de calle". "Me quedo con eso", subrayó. Desde Bildu, Kike Fernández de Pinedo lamentó que al final no se haya podido lograr que el defensor vecinal sea mujer, aunque aplaudió el perfil del elegido.