Vitoria. El "donde dije digo..." acaba de pasar a formar parte del refranero popular. Hace dos semanas, Javier Maroto veía imposible empezar 2013 con un Presupuesto porque el Gobierno Vasco no había comenzado a confeccionar el suyo. Ahora, su partido está seguro de que habrá documento en marcha para el 1 de enero. El edil de Hacienda, Manu Uriarte, anunció ayer que la tramitación comenzará a finales de año, coincidiendo con el proceso de alegaciones de las futuras ordenanzas fiscales, para debatir de forma conjunta ingresos y gastos, como le habían exigido el resto de grupos si quería lograr algún apoyo. La presión de la oposición ha podido con el PP, cuya soledad crecía por momentos entre rumores de quiebra. No obstante, Uriarte atribuyó tan brusco cambio de opinión a que ahora, apenas doce días después, "sí hay certezas" económicas que permiten dibujar un esquema realista: según dijo, la ciudad recibirá 5 millones de euros del canon de capitalidad, al menos 19,7 de las vacaciones fiscales -aunque aún no se sabe ni cuándo ni cómo- y 3,4 a través de impuestos, tasas y precios públicos.

Estos tres conceptos, que suman más de 28 millones de euros, forman parte ya de las líneas fundamentales del Presupuesto que Uriarte presentó ayer a la oposición a propósito de la comisión solicitada por el PNV. El borrador contempla 362,5 millones de ingresos y una capacidad de gasto de otros 362,5 millones, 348 quitando las amortizaciones, lo que supone un 12% menos que la prórroga actual. Entrando en harina, 44 millones se dedican a inversiones, de los que casi la mitad procede de subvenciones de otras instituciones. Un capítulo clave en plena crisis que blinda el pacto PP-PNV de equipamientos para los nuevos y viejos barrios y la zona rural. "Incluido el centro cívico de Zabalgana, del que tanto se habla", apostilló el edil.

El esquema presupuestario del PP ccontempla una bajada en el capítulo de personal, limitado a 130.000 euros, pero Uriarte garantizó que no habrá ajustes en la plantilla. El recorte responde a la filosofía actual de "dejar de cubrir sustituciones y racionalizar la contratación externa". La situación económica es tan difícil que toca ahorrar y buscar el apoyo de otros entes para mantener viva la institución. "Tenemos una deuda de 124 a 126 millones, y no podemos aumentarla. Además, las vacaciones fiscales son para cubrir gasto corriente, no deuda", aclaró.

Uriarte aseguró que el PP va a diseñar unas Cuentas "realistas", que no generen "falsas expectativas". Es la misma promesa que lanzó este año, antes de retirar el borrador de 2012 por falta de apoyos y optar por una prórroga presupuestaria que le permitió manejar la tijera a su antojo.