Vitoria. El equipo de gobierno ya ha mostrado la patita por debajo de la puerta, en un intento de congraciarse con el PNV para sacar adelante tanto las ordenanzas fiscales como el Presupuesto. Lo va a tener difícil. Ayer, como el resto de grupos de la oposición, el PNV dudó de las presuntas buenas intenciones del PP. Se hace difícil digerir el sorpresivo cambio de discurso de la formación popular en cuestión de dos semanas y las líneas maestras de las Cuentas, de lo genéricas que son, suscitan muchas incógnitas.
"Necesitamos conocer los criterios del equipo de gobierno, no sólo las cifras. Somos conscientes de que la situación económica es delicada, pero anteriormente se han eliminado partidas sin predisposición de atender a los más necesitados", espetó el concejal peneuvista Borja Belandia. Su grupo hubiera esperado más concreción, pero Uriarte le aclaró que los detalles tienen que llegar un poco más tarde, en cuanto empiece la tramitación.
Para el PSE, hablar de Cuentas es mirar al pasado. El portavoz socialista, Patxi Lazcoz, volvió a reprochar al PP su decisión de retirar el proyecto de 2012 para aplicar una prórroga presupuestaria impidiendo el debate y la participación de todos los grupos. "Han prescindido de una herramienta fundamental para generar empleo. Y seguramente por eso, este año sólo tenemos activas tres obras", recriminó. "Me gustaría que colaborase, pero si no, por lo menos no obstruya", le respondió el concejal de Hacienda.
Bildu se mostró convencido de que el documento de ayer no es más que "una cortina de humo" y que los verdaderos números "siguen guardados en el cajón de la derecha".