vitoria. El alcalde de Vitoria, Javier Maroto, aseguró ayer que "no quiero enredar" con la venta -o semi-venta- de Amvisa, apenas un día después de que los grupos de la oposición se posicionaran en contra de esta operación. Pero lo logró. El primer edil advirtió de que, de no producirse este paso con el que se lograrían 40 millones de euros para las arcas municipales, habrá que dar otros. Y eso significa más recortes. En concreto, "muchos más".

El PP defendió este lunes, en el Pleno, su propuesta de privatizar el 49% de las acciones de la sociedad municipal que gestiona el abastecimiento del agua en Vitoria. Ya sea por el temor a perder el control de un ente clave en la ciudad, ya sea por el miedo a que esta gestión encarezca el precio del servicio, o bien por la pérdida de ayudas del Gobierno Vasco, la oposición se negó. PNV, PSE y Bildu se mostraron de acuerdo en sus dudas en torno a esta operación. Y el alcalde se dio por aludido, y matizó que esta medida sólo podría realizarse "con una amplia mayoría".

La venta de Amvisa quedaba, por tanto, aparcada. Pero no olvidada. Al menos eso se desprende de las palabras de Maroto ayer en conferencia de prensa. Preguntado sobre el rechazo de la oposición, el alcalde reiteró que sin los votos necesarios "no hay nada que hablar" sobre Amvisa. Pero habló. Para augurar más ajustes dada la actual situación financiera del Ayuntamiento si finalmente no se puede contar con esos 40 millones.

Las cuentas que hizo el alcalde sonaron como un aviso para navegantes para la oposición: "Lo que no les quieren decir a muchas asociaciones y ciudadanos de Vitoria los señores concejales de la oposición es que habrá ajustes y medidas debido a ese bloqueo, porque el dinero no se reproduce solo". Sin embargo, con esos ingresos de Amvisa se podría "amortizar la deuda que hemos heredado" y "liberar recursos para no hacer ajustes. Para eso deseo una operación así".

Las cuentas de 2013, además, cambarían si se produce esta semi-venta o no. En el segundo caso, habrá "muchos más ajustes". Por eso confió en que si los concejales de la oposición tienen cualquier "duda, temor u otra cuestión que haga que su posición sea distinta, la planteen". "A día de hoy, no quiero revolver porque los grupos han dicho que no, pero la realidad es muy tozuda y puede plantear a alguno de los grupos, o a todos, que estudien condiciones o alternativas".

Maroto, de hecho, se mostró dispuesto a escuchar otras opciones, siempre que no se produzca una subida en los principales impuestos municipales -clave en su reciente propuesta de ordenanzas fiscales para el próximo año, y que también pretende subir los pagos por los cursos en los centros cívicos- y siempre que se mantengan los servicios "esenciales". Es decir, no todos, sólo los básicos. Esto es "lo que toca ahora en Vitoria" para obtener unos "recursos adicionales". Y recordó que su sugerencia era la de Amvisa. Por si algún grupo quiere volver a escucharla. Otra vez.