vitoria. A principios de años era sólo un run-run. Ahora, parece que la posibilidad toma fuerza. El grupo municipal de Bildu en el Ayuntamiento de Vitoria alertó ayer de que la ciudad podría quedarse sin recogida de basuras en el mes de noviembre. Al parecer, los 465 trabajadores que forman la plantilla de FCC estarían preparando paros, hartos del "maltrato" que aseguran recibir por parte la empresa ante la indiferencia del equipo de gobierno municipal.
Los empleados llevan tiempo quejándose de la inestabilidad laboral instaurada. El 28% de los contratos son eventuales, un 500% más de los comprometidos. Una cifra que en marzo ya puso sobre la mesa el grupo municipal del PNV, quien alertó de que la plantilla se encontraba "agotada anímica e intelectualmente" ante la "innecesaria" precariedad existente en la empresa. Los recortes posteriores sólo sirvieron para alimentar el hartazgo. La supresión de la recogida de los contenedores grises los sábados por la noche ha supuesto una pérdida de unos 2.000 euros al año para cada empleado. Al mismo tiempo, los trabajadores se han visto obligados a cubrir la limpieza de los nuevos barrios sin que haya habido un aumento del personal ni una renovación de la deficiente flota de vehículos de limpieza. Y, por si fuera poco, hace mucho que, según dicen, no existen las sustituciones.
"Las tensiones que lleva generando FCC desde hace mucho tiempo entre sus trabajadores han conseguido que éstos se planten, y nos aseguran que se van a negar a recoger la basura en noviembre", subrayó el concejal Antxon Belakortu, quien considera que el Gabinete de Javier Maroto es parte responsable de la situación en la que puede verse sumida Vitoria el próximo mes. A su juicio, "la gestión del equipo de gobierno del PP está convirtiendo la limpieza pública de Gasteiz en una olla a presión, pretendiendo que el aseo de los nuevos barrios se realice sin más plantilla ni nueva maquinaria, y es imposible".
Por enésima vez, Belakortu exigió que el Ayuntamiento arregle "el desastre" de la limpieza pública y avisó de que pedirá explicaciones al ejecutivo de Maroto si finalmente la ciudad se queda sin servicio de recogida de basuras en noviembre. Hasta ahora, en todas las ocasiones en las que se ha advertido de la necesidad de tomar cartas en el asunto y de mediar en las relaciones entre la plantilla y la empresa, el equipo de gobierno ha preferido quedarse al margen con el argumento de que FCC es una empresa privada. No obstante, un varapalo tan fuerte para Vitoria como el de quedarse sin un servicio básico para el buen funcionamiento de la ciudad podría animarle a ponerse en acción. La Green Capital amenaza con pasarse al marrón.