Vitoria. El reto de calmar el tráfico para llevar las bicicletas a la calzada y liberar la acera sigue adelante. La intención del Gabinete Maroto es trasladar "en los próximos meses" el recién estrenado modelo de supermanzana del centro, en cuyas calles interiores la velocidad límite es de 30 y hasta 20 kilómetros por hora, "al resto de la ciudad". El equipo de gobierno está convencido de que esta medida, contemplada en el Plan de Movilidad Sostenible, evitará los conflictos actuales entre peatones y ciclistas, y ofrecerá a éstos rapidez, comodidad y seguridad. No obstante, también es consciente de que asumir el nuevo escenario viario "costará" y requerirá "un cambio de mentalidad". Por eso, solicitó el apoyo de la oposición para, entre todos los grupos, consensuar e impulsar una larga labor de pedagogía.

Las quejas vecinales que han provocado el nuevo bicicarril que une el puente de Portal de Castilla con el bosque de Zabalgana y el bidegorri de Castillo de Quejana ponen en evidencia la necesidad de informar, formar y sensibilizar a los ciudadanos sobre las formas de desplazamiento previstas a partir de ahora para las bicicletas. En estos bidegorris -o en algunos tramos- se contempla la circulación de los ciclistas por la calzada, en dirección contraria, junto a coches estacionados e incluso atravesando las plataformas que usan los usuarios de Tuvisa para acceder y bajar de los urbanos. Parecen fórmulas peligrosas, pero el equipo de gobierno está seguro de que no. "Han sido diseñados por técnicos expertos y de la mano de la asociación Bizikleteroak, y se ha primado la seguridad", sostuvo Comerón.

En las calles 30, en cualquier caso, no tendrá por que estar señalizado el carril de las bicicletas. La idea es que los conductores sean conscientes de que ese límite advierte de que puede haber ciclistas, y los ciclistas pierdan el miedo a los coches y se lancen a la carretera. "Sin duda, será un cambio grande, pero cuando vean que van más rápidos y cómodos que circulando por las aceras, se habrá conseguido un importante objetivo", insistió la edil de Vía Pública. Los grupos de la oposición se mostraron favorables a este nuevo planteamiento, ya que es uno de los pilares del Plan de Movilidad Sostenible, pero aun así dieron valor a la preocupación que ha suscitado la senda ciclista de Zabalgana y lamentaron que el equipo de Gobierno no hubiera respondido a la solicitud de las asociaciones de participar en su diseño.

El PNV, PSE y Bildu pidieron a la edil que, por lo menos, se reúna ahora con los vecinos. "Me parece bien informar punto por punto y hacerles ver que se han escogido las fórmulas más seguras", respondió Comerón, consciente de que ésta será la primera de muchas explicaciones.