vitoria. Tras dos mandatos largos de cinco años al frente de la Sindicatura, el abogado Javier Otaola deja el cargo para dar paso a un nuevo defensor vecinal en Vitoria. Un candidato que tiene que contar con el visto bueno de al menos dos tercios de la Corporación municipal para ser nombrado. De momento, sólo el alcalde ha presentado de forma pública un nombre, el de Idoia Martínez Peñalva, a quien quiere alejar de la Secretaría General del Pleno que ocupa actualmente.

Una "maniobra" que la oposición no está dispuesta a apoyar, precisamente para no entrar en el juego del alcalde; saben que Martínez Peñalva cumple los requisitos necesarios, pero prefieren que se quede donde está. Por eso, los tres partidos (PNV, PSE y Bildu) consensúan en estos momentos un candidato alternativo al de Maroto, según ha sabido DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. De momento, ya hay un nombre sobre la mesa, a propuesta del grupo jeltzale, que por ahora prefiere mantener en el anonimato, por respeto, si acaso al final no sale elegido. PSE y Bildu estudian la propuesta de los nacionalistas, pero también cabe la posibilidad de que se sumen más candidatos.

A la espera de un sí, al PNV tampoco le parece mal que socialistas y abertzales presenten otros nombres. "Esto no es una guerra", dicen dispuestos a consensuar el mejor perfil para el cargo de Síndico. En lo que coinciden es en que Maroto se lanzó a la piscina al plantear a la secretaria general para el puesto, ya que lo hizo porque le resulta incómoda al frente de los servicios jurídicos. Una vez que nacionalistas y socialistas cierren el acuerdo, presentarán al candidato que mayor consenso haya reunido para su aprobación en el Pleno.

ajustes en el presupuesto No es la persona del Síndico el único cambio que con Maroto en la Alcaldía se va a introducir en la Defensoría vecinal de Gasteiz. La mala situación económica que atraviesa el Ayuntamiento, como consecuencia de la crisis, obliga a reajustar el presupuesto con recortes similares a los de otros departamentos. Es otro de los puntos en los que la oposición va a hacer hincapié. Coinciden los partidos en la necesidad de mantener la figura del defensor vecinal -pese a que en alguna ocasión se ha censurado que su puesto es una duplicidad del Ararteko-, pero ajustando costes.

Corría el año 2002 cuando Javier Otaola tomó posesión del cargo a propuesta del PSE, convirtiéndose así en el primer Síndico de Vitoria. A lo largo de su trayectoria, este licenciado en Derecho por Deusto ha trabajado con Alonso, Lazcoz y, ahora, Maroto. Tres alcaldes con los que dice haberse sentirse a gusto, a pesar de que en muchas ocasiones sus resoluciones no han sido tenidas en cuenta. El nuevo defensor vecinal será a buen seguro de un perfil parecido al actual, una persona formada en leyes capaz de discernir en los conflictos que particulares y asociaciones presentan en la Sindicatura.

En la última memoria presentada por Otaola a finales de septiembre se ve cómo las reclamaciones ciudadanas han aumentado en el último curso con respecto al anterior. Desde el 1 de marzo de 2011 hasta el 28 de febrero de 2012, la oficina del defensor vecinal ha atendido 3.614 incidencias, 1.090 más que en la memoria pasada. Son 257 expedientes, de los que 46 aún permanecen abiertos. Llama la atención que sólo el 49% de las recomendaciones haya sido aceptada por el Ayuntamiento. Esto significa que prácticamente en tres de cada diez casos se desconoce la respuesta del gobierno municipal.

Por barrios, Casco Viejo (34), Ensanche (14) y Lakua-Arriaga (11) son quienes lideran las reclamaciones presentadas ante el Síndico. Y en cuanto a los temas que han centrado la atención de Otaola en su última etapa, destaca la polémica tasa para gravar las viviendas vacías sobre la que el Ayuntamiento finalmente ha seguido su criterio, y ha eximido a los propietarios de mil viviendas protegidas de pagar el sobrecargo de 260 euros incluido en el recibo de la basura. Una marcha atrás forzada también por el millar de reclamaciones.