Vitoria. La pasarela de Borinbizkarra es un ejemplo más de la crisis que atraviesa la construcción en Vitoria. La escasez de obra pública ha hecho que 27 empresas se presenten al concurso para redactar el proyecto de ejecución del nuevo puente que en 2013 unirá Zabalgana con Borinbizkarra, para que los vecinos de esa parte de las vías no se sientan tan aislados. Aunque con más demora de la prevista, el Ayuntamiento adjudicará hoy -salvo imprevisto- el diseño a la unión temporal de empresas Fhecor Injelan por 75.350 euros (sin IVA) por ser la oferta mejor valorada por los técnicos de la sociedad urbanística Ensanche 21. Después llegará la construcción del puente, presupuestada en 1,2 millones de euros. Con este último paso se cerrarán los trámites iniciados a principios de verano para que la pasarela esté terminada el próximo ejercicio. Los vecinos de Borinbizkarra esperan desde hace tiempo poder cruzar la pasarela, sobre todo, para acceder al transporte público, aunque lo que realmente anhelan es que Tuvisa amplíe las líneas de autobús hasta el barrio, como ya ha hecho en Arkaiate y pronto hará en Larrein, las dos zonas más alejadas de Salburua.
El nuevo puente para uso de peatones y ciclistas se levantará sobre los raíles del ferrocarril Madrid-Irun y conectará la avenida Reina Sofía con la rotonda de Alejandro Dumas y la calle Océano Pacífico. Y de esta forma se evitará que los vecinos tengan que dar un rodeo de más de un kilómetro para acceder a servicios básicos que, en línea recta, están a sólo 300 metros de distancia.
escaleras en el puente de ali El proyecto que sí ha comenzado ya es el arreglo del viejo puente peatonal de Ali, que une el pueblo con Zabalgana, el único paso para cruzar de un lado a otro de las vías. Pero la obra no acaba de convencer a los vecinos, que ya han trasladado sus quejas al Ayuntamiento para que se revise su ejecución y se dote al viaducto de escaleras de acceso. A pesar de que el Ayuntamiento ha desechado esta posibilidad, la asociación Zabalgana Batuz insiste en que es técnica mente posible si se ofrece, junto a las escaleras, una alternativa para las personas con movilidad reducida. "Visto sobre el terreno, se pueden fijar varios tramos de escaleras para bajar sin dar las vueltas y giros a los que obliga la rampa", asegura el colectivo.
En la actualidad, no se puede acceder a este pequeño viaducto de 3,5 metros de anchura. El objetivo de la obra es abrirlo de forma segura para uso exclusivo de peatones y ciclistas. El Ayuntamiento colocará barandillas antivandálicas para evitar que se arrojen objetos a las vías y habilitará dos pasos de acceso, uno de ellos, de 78 metros, partirá de la calle Océano Pacífico, y en un trazado que asciende a través del pasillo verde alcanzará el puente por el norte, tras cruzar el bidegorri actual. El segundo, de 50 metros, llevará desde la calle Iruña-Veleia, a través de zona verde, hasta el sur del puente.