Vitoria. "Las rampas deberían limpiarse casi de forma semanal. Por la suciedad y porque cada lunes es habitual que alguno de los tramos no funcione". El portavoz de la asociación de vecinos Barrenkale, Rafa Ruiz de Zárate, lamenta el estado actual de suciedad de las escaleras mecánicas del Casco Viejo, tanto en el cantón de San Francisco Javier como en el de la Soledad, pero también reconoce que "se trata de una situación tan habitual que a los vecinos ya no nos sorprende. No es algo extraordinario, sino un panorama continuado".

Ruiz de Zárate, vinculado tanto a Barrenkale como a la asociación deportivo cultural El Campillo, admite que, de entrada -las rampas se inauguraron al principio de 2007-, no era partidario del aspecto de esos tapices. No tanto por su mera colocación, algo que generó protestas por su contraste con el Casco Medieval -la asociación Gasteiz Txiki encabezó las movilizaciones y colectivos como Egin Ayllu insisten en que, aún hoy, su postura es contraria a estas rampas-, como por su aspecto, con los techos transparentes. En el cantón de la Soledad, por ejemplo, Ruiz de Zárate cree que esa cubierta "tapa toda la perspectiva de la iglesia de San Pedro". Además, cree que poner un techo no era tan necesario. "Si llueve, pues llevas un paraguas y punto. ¿Por qué había que cubrirlas? Parecerán mejores, pero no era algo imprescindible".

Esta situación se ha agravado, además, dado que la suciedad desaprovecha la trasparencia de las rampas. "Es algo tan continuado que ya no sorprende", censura. Ruiz de Zárate considera que esta falta de cuidado se nota sobre todo después del fin de semana, tras la resaca nocturna. "Las rampas parecen haberse convertido en un objetivo de la juventud, que se divierte con ellas. Por eso los lunes es muy habitual que alguno de los tramos no funcione", opina. De ahí que calcule que la limpieza debería repetirse prácticamente "todas las semanas" para mantener el buen estado de las escaleras.

Esta reacción se produce después de que, como ayer adelantó este rotativo, las rampas vuelvan a acumular suciedad. Los tramos más cercanos a la parte alta de la Colina tienen hojas, restos de botellas y otras basuras, así como mugre en general. A pesar de que sí se aprecia en los cristales el trabajo realizado para eliminar las pegatinas y carteles que suelen colocarse en la superficie, las mamparas están sucias, así como los cristales y la parte metalizada situada dentro de las propias escaleras, bajo los pasamanos.

La situación no es nueva. Hace poco más de un año el panorama era similar, y el Ayuntamiento de Vitoria anunció una campaña especial de limpieza para recuperar el buen aspecto de las rampas -parece que con la vista puesta en la llegada de turistas a la almendra medieval- justo antes de las fiestas de La Blanca. El Gabinete Maroto se comprometió a buscar una solución más continuada a esta limpieza y, por ello, anunció que dependería de la Agencia de Revitalización de la Ciudad Histórica (Arich), ahora integrada en el departamento municipal de Promoción Económica. Éste, como explicaron fuentes municipales, es el que asume en la actualidad el lavado de las rampas, que por cierto cuentan con una partida propia dentro del área.

a la espera de las nuevas rampas Desde la asociación vecinal Barrenkale, mientras, se mantienen a la espera de novedades sobre las terceras rampas proyectadas en el Casco, que esta vez se situarán en el cantón de la Soledad. Ruiz de Zárate ya aplaudió esta medida porque, a diferencia de las ahora instaladas, no se dirige tanto a servir a los turistas como al propio barrio, ya que conectará a los ciudadanos del Casco y Coronación con el entorno del centro de salud. "Nos dijeron hace poco que ya faltaban pocos trámites. Pero llevamos así casi tres años", apunta Ruiz de Zárate.

Se da la circunstancia de que estas futuras rampas suponen una evolución con respecto a las ya instaladas. En primer lugar, porque serán de subida y de bajada, una de las quejas habituales de estas escaleras mecánicas. Y, en segundo, porque serán descubiertas, evitando así los problemas de mantenimiento de los cristales.