vitoria. Donde muchos ven el fin de la colaboración de la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona con Vitoria, Bizikleteroak rebusca y encuentra algo más. "En realidad, más que romper con la consultoría, creo que lo que está sucediendo es que se está aparcando el propio Plan de Movilidad Sostenible", apuntan, con preocupación, desde la asociación de ciclistas urbanos de la ciudad.

El primer gesto que tuvo el gabinete de Javier Maroto al llegar al poder en el ámbito del tráfico ofreció, a juicio de Bizikleteroak, una visión contrapuesta a la que estaba diseñando en sus manuales la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona. "El equipo de gobierno actuó en la rotonda de América Latina para facilitar la circulación en este punto, con una obra que daba amplitud a los coches pero olvidaba a todas luces a los peatones y ciclistas", recuerda el colectivo. Además, el primer año de mandato popular ha sido muy pobre en cuanto a inversiones en bicicarriles o reformas de calles; los esfuerzos se han volcado, principalmente, en una campaña para que viandantes y ciclistas mejoren su convivencia.

Otoño tal vez sea otro cantar. El gobierno ha anunciado para entonces el calmado de tráfico en el centro. No obstante, Biziketeroak lleva tiempo insistiendo en la necesidad de extender este modelo de supermanzanas a toda la ciudad. Es, a su juicio, la fórmula ideal para que, al margen de las vías principales, la circulación no supere los 30 kilómetros por hora de modo que las bicis puedan volver a la calzada y los peatones sean por fin los reyes de la acera. Habrá que ver, no obstante, si la ausencia de relaciones con la Agencia interfiere en la puesta en marcha del nuevo callejero ciudadano.