Vitoria. Los vecinos de Larrein ven que la llegada de los autobuses urbanos a esta parte de Salburua está un poco más cerca, pero no a la distancia deseada. Los cambios en las líneas 5 y 6 de Tuvisa, anunciados por el grupo municipal del PNV y acordados con el Gabinete Maroto, acercarán el transporte público a varias partes del barrio, e incluso a Arkaiate, pero los bloques de Larrein quedarán al otro lado de las vías del tren. El edificio más cercano a las futuras paradas de Arkaiate, ubicado en la calle Isaac Puente Amestoy, superaría los límites que marca el Plan de Movilidad Sostenible, que apuesta por que las paradas no estén a más de 350 metros de un residente. Pero otro bloque más alejado, el de Antonio Amat Maíz -portales 14 y 16- ni siquiera se queda cerca. Estaría a unos 660 metros, según las distancias medidas simplemente con un teléfono móvil. "Los técnicos son los que controlan este tema. Ellos deberían decidir qué solución tomar, pero no se puede decir que estas modificaciones den servicio a Larrein", explica Diego Elorza, vecino de Isaac Puente Amestoy.
Este bloque fue uno de los primeros en habitarse en este entorno de los nuevos barrios. Ha sido año y medio en el que no había luces, ni asfaltado, por lo que ni siquiera se acercaban los quitanieves en las duras jornadas invernales. De ahí que los vecinos vieran con expectación la posibilidad de que se introdujeran cambios en las líneas de Tuvisa para que se diera servicio a esta parte de Salburua. Pero su gozo en un pozo. Las modificaciones barajadas para ampliar las líneas 5 -que se extiende hacia una zona de chalets en Salburua, en el entorno de la Panificadora Gorbea- y 6 -hacia Arkaiate- no les darían un servicio adecuado.
La línea 6 sería la más cercana, pero las paradas quedan en el corredor principal de Arkaiate, por lo que los vecinos de Larrein deberían atravesar un paso bajo las vías del tren. Falta luz, no hay pasos de cebra en un extremo y sobra el viento. Además de la sensación de inseguridad, como explica la vecina Isabel Bustamante: "El problema principal es por la noche. Parece que aquí te podrían comer los lobos". Hay edificios que aún no están habitados, trapicheos nocturnos y coches que incluso hacen carreras. Un panorama que exige una "solución", apunta el también residente David Mera.
Desde el PNV explican que están al corriente de estos problemas en las líneas de bus y que se puede plantear una alternativa. Los vecinos hablan de la posibilidad de que, en el futuro, la línea 7 ya no entre en Errekaleor y que acceda a Larrein, pero es una solución a largo plazo.
Y, mientras, los cambios que lleguen ahora les obligarán a seguir con la caminata. Y, según advierte el portavoz de la asociación Salburua Burdinbide, Ioseba Martínez de Guereñu, esa distancia debe medirse haciéndola a pie, no con un compás en un plano. Así se demuestra que estos cambios en Tuvisa ponen a prueba al Plan de Movilidad.