Vitoria. La comisaría del Casco Viejo se viste de verde. El gabinete Maroto va a ceder de forma gratuita una parte del edificio, cerrado desde enero, a la Fundación Gaia. La decisión municipal convertirá el inmueble en la biblioteca ecologista más valiosa del Estado gracias a los más de 10.000 volúmenes que el colectivo atesoraba hasta ahora en su sede de Herrería. Además, a medio plazo, el equipo de gobierno también quiere trasladar hasta este espacio de la colina la librería green que el Centro de Estudios Ambientales tiene en la Casa de la Dehesa de Olarizu.
La iniciativa cierra la brecha abierta entre el Ayuntamiento y Gaia, a raíz de la decisión del gabinete Maroto de retirar la partida de 7.000 euros que hasta el año pasado se había destinado a la biblioteca. Sin esa ayuda ni la de la Diputación, el colectivo ecologista aseguró que se veía obligado a echar la persiana. Pero pronto surgió una alternativa. "La asociación nos mostró su interés por contar con otro local, más que por recibir dinero, ya que los costes de alquiler que debía afrontar eran mayores que los ingresos. Y nos pusimos a trabajar en la búsqueda de un espacio", explica el concejal del PP y presidente del Centro de Estudios Ambientales, Alfredo Iturricha.
El rastreo fue intenso. Se pensó en aprovechar alguna biblioteca de la red de centros cívicos, pero la única que se adaptaba a la ingente cantidad de libros de Gaia era Ibaiondo y a la asociación se le hacía muy lejos. El gobierno pensó entonces en Montehermoso, pero el espacio libre era de almacenaje, poco adecuado para los servicios de préstamo y asesoramiento. La Casa de Napoleón también parecía, a priori, buena opción, pero los gastos de mantenimiento iban a resultar terribles. Y, además, el colectivo prefería quedarse en el Casco Viejo. Entonces, apareció la alternativa que siempre había estado ahí: la fallida comisaría de la Policía Local en Fray Zacarías Martínez.
El inmueble estaba desaprovechado desde que en enero el equipo de gobierno decidió liquidar su función, la de albergar una comisaría de la Policía Local. El servicio, impulsado por Patxi Lazcoz cuando era alcalde, no había cubierto ni por asomo las expectativas creadas y seguía siendo muy cuestionado por los vecinos. Sin embargo, convertido en biblioteca ecologista, la actual Green Capital refuerza su compromiso medioambiental, su orgullo de ciudad, desde el corazón de Vitoria.
Según explica Iturricha, el Ayuntamiento cede de forma gratuita el edificio asumiendo todos los gastos de mantenimiento. "Esto permitirá a Gaia seguir con la biblioteca y mantener a la persona que trabajaba allí para atender el servicio", aplaude el concejal popular. Además, cuando se logre la declaración de parque natural de los Montes de Vitoria, la intención del equipo de gobierno es trasladar los volúmenes del Centro de Estudios Ambientales desde la Casa de la Dehesa al edificio de Fray Zacarías Martínez. Así, por un lado, se liberará un gran espacio en la sede de Olarizu cuando se convierta en parketxea de las lomas que acarician el dobladillo sur de la Green Capital. Y, por otro, la nueva biblioteca verde del Casco cobrará aún más peso.
Decía Cibeles, el aguerrido responsable de Fundación Gaia, en una incendiaria entrevista allá por abril que tenía esperanza de que las instituciones reculasen y mantuviesen levantada la persiana de la biblioteca. Fue prudente al no perderla. El servicio seguirá adelante y en mejores condiciones, coronando de verde la capital alavesa.