Vitoria. La segunda y postrera sesión del debate sobre el estado de la ciudad en la capital alavesa se saldó ayer con una crítica unánime de la oposición con respecto al primer año de gobierno de Javier Maroto. Su política de recortes se desarrolla en paralelo a la de un Ejecutivo central, de su mismo partido, muy desgastado tras apenas medio año de gestión precisamente por su recurso a la tijera, una política que unos populares defienden por necesidad y otros, como Esperanza Aguirre, con indisimulada convicción.

Gracias a su política thatcherista y a sus agresivas y esperpénticas declaraciones, la presidenta de la Comunidad de Madrid se ha transmutado de activo del PP en fetiche de la oposición por todo el Estado. Así, ayer PNV y PSE no dudaron en vincular al alcalde vitoriano directamente con Aguirre, máximo exponente de la ideología neocon en versión ibérica. Bildu, que no la nombró, sí acusó al alcalde de ejercer un "neoliberalismo" económico en la capital alavesa y de expresar unas posturas políticas "rancias".

Probablemente le dieron donde más le dolía a un primer edil que gusta de ensalzar la transversalidad y que no hace ascos a la imagen de verso suelto a la vasca que de cuando en cuando proyecta, pero que, efectivamente, ha afrontado la crisis económica cerrando el grifo del gasto cómo nunca antes se había conocido en la ciudad.

Tanto para PNV como para Bildu y PSE el debate no está tanto en la necesidad de contener el gasto como los límites de esa austeridad, que juzgan excesivos habida cuenta de que los ingresos han caído entre un 12% y un 15% y de que los gastos, dice la oposición, se han recortado muy por encima de esas cifras.

Más allá de recoger el guante lanzado un día antes por el primer edil en lo relativo a una mejora de las relaciones entre los partidos para recuperar la credibilidad de la política -no podían negarse a ello-, el debate giró en torno a esos recortes, a la gestión de las dramáticas cifras del paro y a la decisión de Maroto prorrogar las Cuentas de 2011 por decreto. En ese sentido, uno de los dos resultados tangibles de estos dos intensos días de debate es el compromiso de los cuatro grupos municipales de emprender un debate profundo sobre los ingresos y gastos del Ayuntamiento. El otro fue la reactivación del proyecto de parque empresarial para Betoño lanzado en campaña por el PP y "secuestrado" por la oposición, según Maroto. El primer edil dijo al PNV que si el problema era no haberlo presentado en la ponencia de empleo, se ofrece a llevarlo a este foro, y lanzó el órdago al PNV. "¿Si lo presentamos están dispuestos a estudiarlo ?".

El portavoz jeltzale, Gorka Urtaran, aceptó, siguiendo su filosofía de "no castigar a la ciudadanía para castigar a sus gobernantes". Urtaran fue el primero en intervenir ayer, y tras la obligada referencia al cese de la violencia por parte de ETA que todos los grupos utilizaron como preámbulo -el PSE con más vehemencia-, se lanzó a atacar a un gobierno que a su juicio "ha alimentado de forma irresponsable la era de los contravalores" -en referencia, principalmente, a la polémica sobre los extranjeros de la ciudad-, y que "no atiende ni tiene en cuenta las verdaderas prioridades de los vitorianos".

En materia de medio ambiente, Urtaran pidió a Maroto que preste más atención a los núcleos rurales del municipio, y aunque alabó su labor de promoción de la Green Capital, le recordó que "una ciudad no puede ser sostenible con 20.000 personas en el paro".

Desde Bildu, Kike Fernández de Pinedo advirtió a Maroto de que la política del PP alimenta la "fractura social", y afeó al alcalde que haya "alimentado comportamientos abiertamente xenófobos" en Vitoria. Bildu defendió la participación ciudadana pese al regusto "agridulce" que le ha dejado la fallida consulta sobre la estación de autobuses, y avisó al PP de que "hay un amplio margen" para alcanzar acuerdos entre los grupos de la oposición. Fernández de Pinedo denunció, por otro lado, el "concepto mercantilista" de la cultura del Gobierno del PP, y abogó por dar "una dimensión más amplia" al proyecto del Gasteiz Antzokia.

Por su parte, el socialista Patxi Lazcoz, criticó el hecho de que la inversión se haya quedado en este año de gobierno del PP en apenas 5 millones de euros cuando "en la sociedad ensanche 21 se acumulaban más de 110 millones", y aseguró que "las recetas del señor Rajoy y la señora Esperanza Aguirre" no son ni la única ni la mejor solución para sacar a Vitoria de la crisis. Los socialistas propusieron a Maroto una batería de doce propuestas para atajar la situación económica, como la disminución de los gastos de propaganda del Consistorio, la asunción por parte del mismo del servicio de limpieza, o la creación de un grupo de presión en favor del aeropuerto de Foronda o del soterramiento del ferrocarril.