Vitoria. La consulta popular sobre la ubicación de la estación de autobuses de Vitoria tendrá hoy nombres y apellidos. Una Junta de Portavoces prevé decidir, a partir de las 13.00 horas, la fecha de la consulta y su metodología. Hasta ahora, tanto Bildu como el gabinete Maroto se han mostrado de acuerdo en celebrarla de forma rápida, en torno a mediados de julio, mientras que PNV y PSE han criticado que, a pesar de haber sido las dos formaciones que han apoyado el fondo del referendum, la coalición abertzale haya preferido, según denunciaron, acordar las formas con el PP.
La cita, por tanto, es la continuación del Pleno extraordinario celebrado este pasado lunes, cuando Bildu, PSE y parte del PNV -sólo dos votos, para evidenciar su disconformidad con la coalición- apoyaron la celebración de esta consulta, la primera convocada por el Ayuntamiento sobre un proyecto estratégico. Porque, durante la pasada legislatura, los vecinos movilizados por la defensa del parque de Arriaga ya realizaron una votación para evidenciar su disconformidad con la afección del proyecto, que entonces apoyaban PSE, PNV e incluso el PP, para ubicar la estación en superficie en el aparcamiento de esta zona verde.
Ahora, tal y como se desprende del debate de este lunes, habrá que elegir entre Euskaltzaindia, la ubicación que defienden el gabinete Maroto y Bildu, y Arriaga. Bildu sorprendió, por ello, al apostar por realizar esta cita con la participación, una posibilidad en la que venía trabajando toda la oposición con la plataforma ciudadana Euskaltzaindia Plaza Bizia. El PNV, mientras, abogó por incluir una tercera vía, la de unir la terminal de bus con la de tren, pero finalmente renunció a ella a la vista de que esa exigencia podía acabar con Bildu retirando su propuesta. El PSE apoyó la consulta sin condiciones, pero matizó que se debía a un compromiso con los ciudadanos, no porque haya habido consenso político. Y, por último, el PP se mostró en contra de una consulta en su opinión innecesaria y cargó contra "el circo" montado por la oposición. Es más, el alcalde, Javier Maroto, ha insistido en que pasará la factura de la consulta a los concejales.
Ésta, previsiblemente, será una de las cuestiones que se aborden en una Junta de Portavoces que se prevé intensa, como el pasado Pleno. Entonces, ya se anticiparon las posiciones de cada grupo, puesto que PNV y PSE criticaron las prisas de Bildu y PP por convocar la consulta, después de que los grupos partiarios de Euskaltzaindia sumaran los siete votos necesarios para celebrar ya el mencionado Pleno extraordinario y, así, agilizar los trámites. Se habló de mediados de julio, pero no de fechas concretas ni de método.
Se espera que tanto Bildu como el ejecutivo presenten hoy sus propias propuestas, pero está por ver si son coincidentes. Eso les garantizaría acordar la letra pequeña de la consulta. El resto de los grupos prácticamente lo dieron por hecho. El PSE así lo cree, mientras que el PNV pide que sean los técnicos de Participación Ciudadana los que marquen los pasos a seguir.
Por el momento, la propuesta de Bildu es la que ha salido adelante. Se preguntará a los ciudadanos qué ubicación prefieren, si la plaza de Euskaltzaindia o el parque de Arriaga. Y debería participar el 20% de los mayores de edad empadronados en Vitoria, un porcentaje bastante ambicioso, para que el resultado sea vinculante. Ya sólo falta ponerle fecha -todo apunta a que será una sola jornada- y horario.