Javier Maroto cumple hoy un año como alcalde de Vitoria. El cabeza de lista en la capital alavesa por el PP adelantó, al convertirse en primer edil el 11 de junio de 2011, que "en una situación difícil como ésta, hay que tomar decisiones difíciles". Prometió rigor y austeridad, respaldó el soterramiento, habló de encarar las "verdaderas prioridades" de Gasteiz, aseguró su cercanía con los ciudadanos y subrayó que todas las formaciones políticas, pese a sus diferencias, "compartimos el amor a Vitoria y el deseo de cambiar las cosas a mejor". También cabe destacar que, en aquel pleno de investidura, Maroto hizo valer el resultado electoral y se convirtió en alcalde con el voto de nueve concejales. Sólo Bildu mantuvo su candidatura, mientras que PNV y PSE se abstuvieron. Entonces, incluso se habló de que la bancada socialista podía acabar apoyando al candidato del PP. Eran otros tiempos, cuando pesaba el pacto entre populares y socialistas en el Gobierno Vasco, un acuerdo que se ha diluido conforme se avanza hacia unas nuevas elecciones autonómicas.

Quizá también fue un anticipo de este desencuentro que el PSE no apoyara, como se había dado por hecho, el proyecto presupuestario del gabinete Maroto. El equipo de gobierno presentó una apuesta caracterizada por los recortes en cuestiones como la cooperación al desarrollo o la cultura, y en la oposición el PNV empezó a hablar de promover unas Cuentas paralelas. Pero la decisión clave en este año de legislatura la anunció el alcalde el 3 de febrero de 2012: alegó que, ante la advertencia de la Diputación de que la recaudación sería menor de la esperada, optaba por retirar su proyecto y prorrogar las Cuentas de 2011.

Esta situación ha sido criticada una y otra vez por la oposición. En bloque. El PNV habló de artimaña, el PSE de pérdida de valor democrático y Bildu, de señal de debilidad. Lo cierto es que, en un año, Maroto no ha sellado un pacto cerrado de legislatura, pero sí ha llegado a acuerdos con todos los grupos, si se incluye al Gobierno Vasco de Patxi López. De todas formas, la situación de las arcas municipales aún colea, ya sea porque ahora Maroto ha confirmado que habrá nuevos recortes, por el cambio de Norma Foral tramitado en las Juntas para exigir el debate presupuestario o, por último, por la posibilidad, que por ahora suena más a tanteo del PP que a apuesta en firme, de que el próximo año suban los precios de los cursos en los centros cívicos.

Con todo, de este intenso primer año de Maroto en la Alcaldía destaca su capacidad para haber pactado con todas las fuerzas políticas. Por separado, eso sí. Quizá el acuerdo más importante ha sido el alcanzado con el PNV, porque se extiende durante toda la legislatura, porque supera los 50 millones de euros en inversión y porque pretende solventar, por fin, los problemas de servicios en los nuevos barrios. En Arkaiate y Larrein, mientras, los vecinos esperan más novedades y menos promesas. En principio, en julio habrá asfaltado y urbanos.

Con el PSE, mientras, el PP logró aprovecharse de la sintonía en Lakua para lograr una mayor presencia de Vitoria en las Cuentas vascas -aunque ahora hay discusiones en torno al canon de capitalidad- y también presentó la apuesta por que el tranvía se extienda por el centro hacia Salburua -sin llegar-.

Y, por último aunque fue el primer pacto, Maroto acordó con Bildu impulsar el Gasteiz Antzokia, frenar el BAI Center y cambiar la estación de autobuses de Arriaga por Euskaltzaindia. Otro tema que afronta un vuelco después de que, este pasado jueves, la oposición acordara impulsar una consulta popular sobre la ubicación de la terminal. Maroto lo consideró "un circo". Y es que pocos debates se pueden dar por cerrados en Vitoria. Es una seña de identidad de la ciudad. Por ejemplo, está la desaparición de la Agencia de Revitalización del Casco Histórico y cómo afectará a las inversiones en la almendra, las reformas o el traslado en el colegio Ramón Bajo, la construcción -se espera para el verano- de las oficinas municipales de San Martín, las incontables obras en el Iradier Arena, el fallido sistema de alquiler municipal de bicicletas y la creación de un registro obligatorio de bicis.

Una agenda muy completa para el alcalde que, desde el inicio de la legislatura, se ha preocupado por anunciar novedades en muchas de sus promesas electorales. Algunas ya se han retirado para esperar a tiempos mejores, como el parque empresarial de Betoño, y otras necesitan una confirmación más allá de lo anunciado hasta ahora, caso de la operación del soterramiento. Pero sí se han anunciado repetidamente avances en la transformación de la Avenida Gasteiz o la reconversión verde del Palacio Europa.

A estos temas les ha acompañado el ya famoso #estamoscumpliendo de Maroto, que utiliza habitualmente en sus mensajes en la red social Twitter. Un hashtag -asunto- que a veces también acompaña a las críticas al alcalde, a quien a menudo se reconoce su capacidad de comunicación, o de marketing, según se mire. Sus declaraciones más polémicas, por ejemplo, fueron sobre la mezquita de Zaramaga y los cambios introducidos por el Gobierno Vasco y que, en su opinión, permitirían que crecieran mezquitas "como champiñones". Un mensaje castigado por su populismo.

No hay propuesta sin respuesta. Un balance bipolar que, por ejemplo, también afecta a la Green Capital. En plena celebración del año verde, el título también ha servido para exigir más respeto al medio ambiente al Ayuntamiento de Vitoria. Porque el debate, en la capital alavesa, nunca está en crisis. A pesar de que, tras este primer ejercicio, la situación económica y el apartado green parezcan haber sido los únicos temas de conversación en la Casa Consistorial.

l EUSKALTZAINDIA. Maroto dio un golpe en la mesa el 6 de julio de 2011 al frenar el BAIC y emplazar la estación en Euskaltzaindia. La oposición ha impulsado ahora una consulta sobre la ubicación de la terminal.

l LEL PARQUE DE BETOÑO. Fue el primer proyecto que el PP presentó en campaña, pero el 27 de marzo, el gobierno se ofreció a "flexibilizarlo" para buscar apoyos. La oposición le acusó de engañar a la ciudadanía.

l EL ANILLO VERDE INTERIOR. El lehendakari, Patxi López, se refirió el 7 de febrero de 2012 a la transformación de la Avenida Gasteiz como el gran reto verde en la inauguración oficial de la Green Capital. El alcalde siempre lo ha recordado. Las obras arrancan en otoño.

l LA GREEN CAPITAL. El gran bálsamo de la gestión del equipo de gobierno durante este ejercicio ha sido la Green Capital. En cuanto a la celebración del título en sí, porque también ha habido duras críticas a la reforma de la Avenida o a la escultura verde de la Virgen Blanca.

l LOS RECORTES EN EL PRESUPUESTO. La Ardilla Ilustrada, un movimiento surgido ante los recortes previstos por el ejecutivo local, simbolizó el funeral de la cultura el pasado 12 de febrero. Ha sido una de las muchas protestas ante los ajustes en las Cuentas municipales.

l LA POLÉMICA DE LAS MEZQUITAS. Maroto se mostró el pasado 7 de mayo en contra de un anteproyecto del Gobierno Vasco que, en su opinión, permite que las mezquitas surjan "como champiñones". Y volvió a respaldar las dudas sobre la mezquita de Zaramaga.